Presentación

Este blog está realizado con el objetivo de divulgar conocimientos sobre filosofía, ciencia, sociedad, política y espiritualidad en un intento de unir estas disciplinas que en la actualidad se estudian por separado. Continuar leyendo la presentación

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lunes, 24 de junio de 2013

Arte Vs. Ciencia: round 1

Reconozco que cuando era pequeño me sentí atraído por el pensamiento de este hombre, aunque no hubiese leído nada de él. Sus teorías eran ya vox populi en el mundo entero, gracias en parte a muchas películas de cine.

Pero cada vez que indago en su pensamiento y sus teorías, me doy cuenta de que hay muchas, demasiadas, zonas oscuras en su persona y obra.

Freud era un machista, un obseso sexual, fue víctima del positivismo, la corriente de pensamiento de su época, y no creó nada. Simplemente adaptó al error positivista unas teorías que llevaban milenios en el campo del arte, y que habían resurgido en la literatura romántica del S.XIX, para no mencionar ahora la filosofía oriental o el misticismo.

Y para guinda, actuó con desprecio hacía el genio Salvador Dalí, que admiraba sus trabajos sobre el subconsciente, y luchó reiteradas veces para poderlo conocer en persona. Al final tuvieron una entrevista en Londres. Freud no sólo no quería ver para nada a Dalí, sino que al terminar su corta entrevista, hizo el siguiente comentario:

-Nunca vi un ejemplo más completo de español. ¡Qué fanático!

Además, racista, despreciando una tierra llena de artistas, en un claro insulto a los catalanes, a los españoles, y a todos los artistas del mundo entero.

Érase una vez un hombre a un Superego pegado, la fama del cual se debía exclusivamente a una concepción mecanicista-reduccionista que regía en las universidades. Una concepción que se está resquebrajando ahora desde múltiples disciplinas en dónde los principios cartesianos están mostrándose ser limitados.

No voy a hablar más del Superego que la Historia se encargará algún día de poner en su lugar. 

Web en donde explican el encuentro entre Salvador Dalí y el Superego:


Por suerte, alguien desde la psicología-medicina-psiquiatría trata también temas filosóficos, aunque como se podrá ver en el siguiente link, es incapaz de desembarazarse todavía de la concepción positivista de la realidad.

Demos la bienvenida a las mentes que se hacen preguntas desde dentro del sistema, aunque el artículo contiene los siguientes errores:

-Deja claro que el objetivo para él de la filosofía es la epistemología, negando la validez de la necesaria teorización metafísica previa a cualquier estudio, cuando la epistemología no es otra cosa que una abstración metafísica encubierta.

-Es altamente influenciado por la visión racionalista-mecanicista-cientifista-objetivista que arranca desde Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes, Newton, olvidando mencionar que la mecánica Newtoniana fue superada por la relativista, y aceptando la separación mente/cuerpo, eligiendo la “pureza” de la mente-alma sobre el cuerpo a la manera socrática, que trajo posteriormente la consecuente aberración conocida como cristianismo.

-Se evidencia el culto de los psicoanalistas a la persona de Freud como si fuese un mesías.

Aunque hay puntos esclarecedores, como por ejemplo,

-La comparación del psicoanalista con el sacerdote que tiene que purificarse de la subjetividad de su cuerpo para poder analizar de forma objetiva los problemas del paciente(el mismo autor muestra serias dudas a que esto sea posible...).

-Se agradece la alusión a los filósofos-poetas como Nietzsche o Kafka, aunque yo dudaría en el hecho de meter a estos dos en el mismo saco...

-Critica la tendencia de los psiquiatras a resolver los problemas con fármacos, apuntando sutilmente a los intereses más o menos ocultos de la Industria.

Un artículo como éste es un primer paso en volver a unir la filosofía con la ciencia, y se agradecen los planteamientos y explicaciones, así como el despertar del debate crucial del S.XXI dentro de los círculos académicos.  



lunes, 27 de mayo de 2013

El nacimiento de una nueva religión V: La Estadística

Es curioso de ver la veneración que las ciencias actuales hacen a la estadística. Evidentemente, la estadística, aunque se pueda estudiar con formulas matemáticas, no tiene nada que ver con las ciencias exactas. De hecho, se usa para dar una aproximación racionalizante a una multitud de datos incomprensibles para la mente racional. Y no olvidemos tampoco que los propios datos a los que les aplicamos las herramientas estadísticas son datos condicionados por nuestra concepción previa de los fenómenos, es decir, aquellos datos que nosotros consideramos importantes a priori en la observación del fenómeno que queremos estudiar, seamos conscientes o no de este hecho, ya que nuestra “concepción” de la realidad también opera a nivel inconsciente. Los fenómenos, por definición, tendrán mil caras, algunas medibles fácilmente por la tecnología actual, otras difíciles de medir o que se podrán medir parcialmente, y otras que quizás ni sabíamos que existían en el momento de empezar a estudiar el fenómeno. Cualquier estudio serio tiene que empezar por saber en qué partes fundamentales condicionantes se divide el fenómeno, o tipos, en palabras de Menger. Esto ya de entrada es un estudio teórico o especulativo, no experimental. El primer paso para entender lo que se quiera entender es un análisis conceptual abstracto, y hay que tener claro este punto, pues lo estaremos realizando sí o sí, seamos conscientes o no de ello. Por tanto, es mejor aceptarlo y analizar primero sobre qué concepción de la realidad estamos partiendo, pues de esta manera podremos identificar mejor los fallos en la teoría en caso de que estos se produzcan una vez aquella se haya desarrollado. 

Como se sabe ya de forma tajante, requeteprobada y aceptada en la física cuántica, el observador influye en los resultados de los experimentos, no existiendo el fenómeno real objetivo, sino que el observador condiciona al mismo tiempo los resultados según la manera en que el estudioso se acerca al fenómeno. La estadística nos ofrece la tentadora apariencia de una comprensión del fenómeno mediante palabras llamativas que impresionan a los afanosos del conocimiento objetivo. Porcentajes, probabilidades, distribuciones, y medianas engañan a la mente e impiden hacerse preguntas que traspasen las concepciones previas del fenómeno, omitiendo posibles variables o tipos que no se habían tenido en cuenta en la primera observación, o de las Dimensiones Superiores que puedan influenciarlo.

La estadística es una aproximación, como he dicho, que puede no tener nada que ver con las leyes que mueven los fenómenos que se observan. La biología, la economía, y la sociología la usan como una herramienta fundamental en sus cálculos y predicciones... y en la Crisis Económica Mundial actual nos encontramos...  ¿Cuántos miles de licenciados en Economía salen cada año recién fresquitos de nuestras preciadas universidades, para que luego resulte que sus magníficas formulas estadísticas no nos puedan ayudar en nada a mejorar la economía de nuestra sociedad?

Esto es una declaración de principios. Para analizar con detalle la nueva creencia en la estadística tendría que estudiar más en detalle casos prácticos aplicados en economía, biología, psicología y sociología. Pero yo ya tengo clarísimo que la estadística es una herramienta no válida como sustituto absoluto al análisis teórico de los fenómenos universales. 

Y como decía Menger en el año 1883...

La investigación de tipos y de las típicas relaciones del fenómeno es de una significancia verdaderamente inmesurable para la vida humana, de no menos significación que el conocimiento del fenómeno concreto. Sin el conocimiento de las formas empíricas, no podemos comprender las miríadas del fenómeno que nos envuelve, ni de clasificarlo en nuestras mentes; ésta es la presuposición para un conocimiento más comprensivo del mundo real. Sin el conocimiento de las típicas relaciones nosotros estamos privados no sólo de la comprensión más profunda del mundo real, como mostraremos más adelante, sino también, como se puede ver fácilmente, de todo conocimiento que traspase la inmediata observación, i.e., de cualquier predicción o control sobre las cosas. Toda la predicción humana y, indirectamente, toda la arbitrariedad moldeante de las cosas está condicionada por aquel conocimiento que nosotros previamente hemos llamado general.

Menger, Investigaciones sobre el método en las ciencias sociales. Libro Uno, página 36.


martes, 23 de abril de 2013

Un libro: El Tao de la Física

Fritjof Capra nos explica en su libro El Tao de la Física las similitudes entre la física nuclear y las tradiciones místicas espirituales de oriente. Está orientado a cualquier profano tanto en Física como en las corrientes de pensamiento oriental que tenga inquietud en aprender más sobre estos campos que misteriosamente se están mostrando interrelacionados...

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Me he permitido subir las consideraciones finales del autor en sus epílogos, que contextualizan el cambio de paradigma humano que propone.

El Tao de la Física, pg.136:

Nuestra ciencia y nuestra tecnología están basadas en la creencia de que la comprensión de la naturaleza implica su dominio por parte del hombre. Aquí utilizo la palabra hombre a propósito, pues estoy hablando de una conexión muy importante entre la visión mecanicista del mundo por parte de la ciencia y el sistema patriarcal de valores: la tendencia masculina a querer controlarlo todo. En la historia de la ciencia y la filosofía occidentales esta conexión fue personificada por Francis Bacon, quien, en el siglo XVII, defendió el nuevo método empírico con términos apasionados y, a veces francamente perversos. La naturaleza ha de ser "perseguida en sus errabundeos", escribió Bacon, "obligada al servicio" y "esclavizada". Se la debe "meter en cintura" y la meta del científico es "torturarla hasta que revele sus secretos". Estas violentas imágenes de la naturaleza como si fuera una mujer a quien hubiera que torturar para que revelase sus secretos con la ayuda de dispositivos mecánicos, nos recuerda a las torturas de mujeres durante los juicios por brujería que se celebraban en aquel siglo XVII, juicios con los que Bacon estaba muy familiarizado, pues fue juez general del rey James I. Se trata de una relación crucial y temible entre la ciencia mecanicista y los valores patriarcales, que tuvo un tremendo impacto en el desarrollo posterior de la ciencia y de la tecnología.
Antes del siglo XVII, los fines de la ciencia eran la sabiduría, la comprensión del orden natural y el logro de vivir en armonía con dicho orden. En el siglo XVII esta actitud, que podríamos llamar ecológica, cambió al signo opuesto. Desde Bacon, el fin de la ciencia ha sido el conocimiento, que suele ser utilizado para dominar y controlar a la naturaleza, y hoy, la ciencia y la tecnología se emplean principalmente para propósitos peligrosos, dañinos y antiecológicos. Este cambio de visión del mundo que ahora está teniendo lugar tendrá que incluir forzosamente un profundo cambio de valores: en realidad, un cambio completo de intención pasando del intento de dominar y controlar la naturaleza a una actitud de cooperación y de no-violencia. Este tipo de actitud profundamente ecológica es la actitud característica de las tradiciones espirituales. Los antiguos sabios chinos lo expresaron de forma muy bella: "Quienes siguen el orden natural, siguen la corriente del Tao".


Críticas al Tao de la Física


Me gustaría continuar comentando las críticas que ha tenido El Tao de la Física a lo largo de todos estos años. Una pregunta que con frecuencia me hacen es: ¿cómo aceptaron mis colegas de la comunidad física la tesis básica del libro? Como se podría esperar, la mayoría de los físicos fueron muy desconfiados al principio y algunos incluso se sintieron amenazados por el libro. Los que se sintieron amenazados, reaccionaban de un modo típico: con ira. Solían hacer comentarios insultantes y bastante -virulentos, bien en revistas o en conversaciones privadas, lo cual reflejaba su propia inseguridad. La razón por la que El Tao la Física podría considerarse como una amenaza para ellos, estriba en una, muy extendida, mala interpretación sobre la naturaleza del misticismo. En la comunidad científica el misticismo ha sido, generalmente, concebido como algo vago, confuso, nebuloso y decididamente poco científico. Ver sus preciadas teorías comparadas con esa actividad vaga, confusa y sospechosa resultó, naturalmente, bastante amenazante para muchos físicos.

Esta apreciación errónea del misticismo es, ciertamente, muy lamentable, pues al hojear los textos clásicos de las tradiciones místicas, descubrimos que la profunda experiencia mística nunca es descrita como algo vago o confuso, sino, al contrario, siempre se asocia a la claridad. Las típicas metáforas que suelen describir dicha experiencia suelen ser: "levantar el velo de la ignorancia", "liberarse de la ilusión", "limpiar el espejo de la mente", "percibir la luz pura", "alcanzar la plena consciencia" -todas ellas implican iluminación, claridad. La experiencia mística trasciende el análisis intelectual, por eso su claridad es de un tipo diferente, sin embargo, no hay nada vago o confuso en estas experiencias. De hecho, la palabra enlightenment(iluminación), utilizada en los países de habla inglesa para describir al siglo XVII europeo, época del nuevo enfoque científico y cartesiano, es uno de los términos más antiguos y más utilizados para describir la experiencia mística. Afortunadamente, esta equivocada asociación del misticismo con cosas vagas y oscuras ya está cambiando. A medida que el pensamiento oriental ha empezado a interesar cada vez a más personas y la meditación ha dejado ya de ser considerada como algo ridículo o dudoso, el misticismo está siendo tomado más en serio, incluso entre la comunidad científica.

Permítanme ahora repasar algunas de las críticas más frecuentes efectuadas a El Tao de la Física, con las que he tropezado muchas veces durante los últimos quince años. Antes que nada, quiero decir que me complace que entre todas las críticas recibidas de compañeros físicos, en ninguna de ellas se haya encontrado defecto alguno en mi exposición de los conceptos de la física moderna. Algunos no están de acuerdo con la importancia que doy a ciertos trabajos actuales, pero, que yo sepa, nadie ha hallado errores en El Tao de La Física. Así que esa parte ha aguantado muy bien durante estos quince años. Hay dos argumentos que se repiten más que ningún otro en las críticas efectuadas a mi tesis. El primero de ellos dice que los hechos científicos de hoy quedarán invalidados por las investigaciones de mañana. ¿Cómo, entonces, -pregunta dicha crítica- puede algo tan pasajero como un modelo o teoría de la física moderna compararse con la experiencia mística, que se supone atemporal y eterna? ¿No significaría ello que la verdad del misticismo permanecerá o se derrumbará según lo hagan las teorías de la física moderna? Este argumento parece muy convincente, pero está basado en un concepto erróneo sobre la naturaleza de la investigación científica. Tiene razón en que en la ciencia no existe la verdad absoluta. Todas las afirmaciones científicas son descripciones limitadas y aproximadas, y estas descripciones aproximadas se van mejorando en trabajos posteriores y en pasos sucesivos. Sin embargo, cuando estas teorías o modelos son mejorados en pasos sucesivos, el conocimiento no cambia de forma arbitraria. Cada nueva teoría estará relacionada con la precedente de una forma bien definida, aunque, en el caso de una revolución científica esto puede no ser evidente durante cierto tiempo. La nueva teoría nunca invalida, la antigua de forma absoluta, sencillamente mejora su enfoque. Por ejemplo, la mecánica cuántica no vino a demostrar que la mecánica newtoniana estuviera equivocada, tan sólo demostró que la física newtoniana tenía ciertas limitaciones. Ahora conviene advertir que, cuando una teoría se extiende a nuevos dominios, cuando la nueva teoría viene a mejorar el enfoque del tema, no se abandonan todos los conceptos de la antigua teoría. Y en mi opinión, precisamente los conceptos de nuestras teorías actuales que se relacionan con las ideas de las tradiciones místicas, son los que no quedarán invalidados, sino que permanecerán. Y esto lo puedo aplicar incluso a la física newtoniana. Uno de los descubrimientos clave de Newton, tal vez su descubrimiento clave y por supuesto uno de los más famosos, fue el hecho de que existe un orden uniforme en el universo. Según cuenta la leyenda, Newton advirtió en un súbito instante de intuición, cuando una manzana cayó del árbol, que la fuerza que atrajo la manzana hacia la tierra es la misma fuerza que atrae a los planetas hacia el sol. Ese fue el punto de partida de la teoría de la gravedad newtoniana, y esa idea -la existencia de un orden uniforme en el universo no quedó invalidada por la mecánica cuántica ni por la teoría de la relatividad. Al contrario, se vio confirmada e incluso potenciada por las nuevas teorías. Del mismo modo, pienso que la unidad y la interrelación del universo y la naturaleza intrínsecamente dinámica de sus fenómenos naturales -los dos grandes temas de la física moderna- no quedaran invalidados por futuras investigaciones. Serán reformulados, y muchos conceptos de hoy, serán sustituidos mañana por un conjunto de conceptos diferentes. Pero, dicha sustitución tendrá lugar de manera ordenada, y los temas básicos que utilizo en mi comparación con las tradiciones místicas se impondrán, creo, en lugar de verse invalidados. Esta creencia mía ya se está confirmando, no sólo a través de los nuevos avances de la física, sino también mediante los significativos avances logrados por la biología.

La segunda crítica, que también he oído repetidas veces, sostiene que los físicos y los místicos hablan de dos mundos diferentes. Los físicos se ocupan de la realidad cuántica, algo sin conexión con los fenómenos cotidianos, mientras que los místicos se ocupan precisamente de fenómenos que tienen lugar a una escala mayúscula, de cosas que no tienen nada que ver con el mundo de los cuantos.

Bueno. Antes que nada hemos de darnos cuenta de que la realidad cuántica no está en absoluto desconectada de los fenómenos a gran escala. Por ejemplo, uno de los fenómenos físicos más importantes del mundo corriente, la solidez de la materia es consecuencia directa de ciertos efectos cuánticos. Por tanto, podemos confirmar este argumento diciendo que los místicos no se ocupan explícitamente de la realidad cuántica, mientras que los físicos sí.

En lo referente al concepto de dos mundos diferentes, mi punto de vista es que sólo hay un mundo –este imponente y misterioso mundo, como lo llama Carlos Castaneda- pero, esta única realidad tiene múltiples aspectos, múltiples dimensiones y niveles. Los físicos y los místicos se ocupan de aspectos distintos de la realidad. Los físicos exploran los niveles de la materia, los místicos los niveles de la mente. Lo que tienen en común sus exploraciones, en ambos casos, sobrepasa la percepción sensorial ordinaria. Y, como Heisenberg nos enseñó, si la percepción no es ordinaria, la realidad tampoco lo es. De este modo, nos encontramos con físicos que experimentan las interioridades de la materia ayudados de sofisticados instrumentos y místicos que experimentan las interioridades de la consciencia con la ayuda de sofisticadas técnicas de meditación. Ambos alcanzan un nivel de percepción no ordinario, y en estos niveles no ordinarios los modelos y principios de organización que observan parecen ser muy similares. La forma en que los modelos submicroscópicos están interrelacionados para los físicos refleja el modo en que los modelos macroscópicos están interrelacionados para los místicos. Y solamente cuando aislamos esos modelos macroscópicos en nuestro modo de percepción ordinaria, los identificamos como objetos ordinarios e independientes.

Otra crítica, que con frecuencia se ha suscitado, se muestra de acuerdo en que los físicos y los místicos se aplican a niveles diferentes de la realidad, pero argumenta que el nivel de los místicos es espiritual, superior, y que incluye al nivel inferior en el que ocurren los fenómenos físicos, mientras que el nivel físico no incluye al espiritual.

Bueno. Para empezar, quisiera hacer la observación de que llamar superior a un nivel e inferior a otro es un residuo del pensamiento del antiguo paradigma -de nuevo la metáfora del edificio en lugar de la red. Sin embargo, estoy de acuerdo en que la física no tiene nada que decir sobre otros niveles, o dimensiones de la realidad -vida, mente, consciencia, espíritu, etc. La física no tiene nada que decir sobre estos niveles, pero la ciencia sí.

Creo que el nuevo paradigma de la ciencia, para el que propongo mis seis criterios, ha encontrado su más apropiada formulación en la nueva teoría de vivir, en los sistemas de autoorganización surgido a partir de la cibernética durante estas últimas décadas. Ilya Prigogine, Gregory Bateson, Humberto Maturana y Francisco Varela son algunos de los principales contribuyentes a esta teoría. Es una teoría que se aplica a organismos vivos individuales, a sistemas sociales y a ecosistemas, y promete llevarnos a una concepción unificada de la vida, de la mente, de la materia y de la evolución. El enfoque de estos sistemas confirma totalmente los paralelismos existentes entre la física y el misticismo y añade otros que van más allá del nivel de la física: el concepto del libre albedrío, los de la vida y la muerte, de la naturaleza de la mente, y otros más. Entre todos estos conceptos existe una profunda armonía, tal corno se expresan en la teoría de los sistemas autoorganizados y sus correspondientes conceptos de las tradiciones místicas.

Evolución actual y posibilidades futuras(pg.138)

Así llegamos a la actual evolución y a las posibilidades futuras en la formulación de un nuevo paradigma científico. Desde que escribí El Tao de la Física, he sufrido un importante cambio de percepción en lo referente al papel de la física en esta evolución. Cuando empecé a estudiar el cambio de paradigma en las diversas ciencias, me di cuenta de que todo estaba basado en la concepción del mundo según la física newtoniana, y me pareció que la nueva física era el modelo ideal para los nuevos conceptos y métodos de otras disciplinas. Posteriormente, me he dado cuenta de que tal visión da a entender que el nivel físico es, de algún modo, más fundamental que otros. Hoy considero a la nueva física, y sobre todo la teoría de la "tira de bota", como un caso especial del enfoque de sistemas, que se ocupa de sistemas "no vivos". Aunque el cambio de paradigma en la física sigue teniendo un especial interés pues fue el primero en la ciencia moderna, la física ha perdido ya su papel como modelo para otras ciencias.

Por consiguiente, considero que la evolución futura de la tesis que presenté en El Tao de la Física no pasa tanto por posteriores exploraciones de los paralelismos existentes entre la física y el misticismo, como en la extensión de estos paralelismos a otras ciencias. En realidad, esto se ha efectuado ya, y desearía mencionar algunos de estos trabajos. En lo que atañe a las similitudes entre el misticismo y la neurociencia, la mejor fuente que yo conozco es Francisco Varela, uno de los iniciadores de la teoría de los sistemas autoorganizados. Varela, junto con Evan Thomson, está escribiendo un libro sobre la contribución que la teoría budista sobre la mente puede suponer para la ciencia cognoscitiva. Mientras tanto, su libro, The Tree of Knowledge, del que es coautor Humberto Maturana constituye la mejor exposición de sus ideas. En psicología, se ha llevado a cabo un notable trabajo en la exploración de las dimensiones espirituales de la psicología transpersonal. Stanislav Grof, Ken Wilber, Frances Vaughan, y muchos otros han publicado libros sobre este tema, muchos de ellos antes que El Tao de la Física, sin olvidara Carl Gustav Jung. En las ciencias sociales, la dimensión espiritual surgió con el ensayo de E. F. Schumacher "Economía Budista", publicado por primera vez a finales de los sesenta y que, desde entonces, ha sido explorado por muchos grupos y organizaciones alternativas, tanto en teoría como de un modo práctico. Estrechamente relacionada con estos movimientos, surgió una nueva forma de política orientada ecológicamente, conocida como política Verde, la cual considero como la manifestación política del cambio cultural hacia el nuevo paradigma. Los aspectos espirituales de este movimiento político, han sido tratados por Charlene Spretnak en su libro, Dimensión Espiritual de la Política Verde.

Finalmente, quisiera decir unas palabras sobre mi modo de ver el misticismo oriental, que también ha cambiado algo durante los últimos quince años. Ante todo, siempre estuvo claro para mí, y ya lo dije en El Tao de la Física, que los paralelismos del tipo que yo señalaba entre la física y el misticismo oriental podrían también aplicarse a las tradiciones místicas occidentales. Mi próximo libro Belonging to the Universe, del que es coautor el hermano David Steindl-Rast, trata algunos de estos paralelismos. Además, ya no creo que en Occidente podamos adoptar las tradiciones espirituales orientales sin modificarlas de manera muy significativa a fin de adaptarlas a nuestra cultura. Mis creencias se ven fortalecidas por las conversaciones que he mantenido con muchos maestros espirituales orientales, quienes no han podido comprender algunos aspectos cruciales del nuevo paradigma que está naciendo ahora en Occidente. Por otro lado, creo también que nuestras propias tradiciones espirituales tendrán que sufrir algunos cambios radicales a fin de estar en armonía con los valores del nuevo paradigma. La espiritualidad que se corresponde a esta nueva visión de la realidad y que estoy aquí perfilando es muy posible que tenga un señalado carácter ecológico, orientada hacia la tierra y marcadamente postpatriarcal. Este tipo de espiritualidad está en la actualidad siendo desarrollada por diferentes grupos y movimientos, tanto dentro como fuera de las religiones.

Un ejemplo sería la espiritualidad centrada en la creación, promovida por Matthew Fox y sus colegas en el Holy Names College de Oakland, California. Estos son tan sólo algunos ejemplos de la evolución del nuevo paradigma. Mi contribución ha sido ofrecer una síntesis de su aparición y sus implicaciones sociales en El Punto Crucial y refinar más esa síntesis en colaboración con algunos notables colegas con quienes fundé una central de pensamiento ecológico, el Elmwood Institute (P.O.Box 5765, Berkeley, CA 94705).
Durante estos años he conocido a muchas personas extraordinarias con quienes estoy en deuda. De estos encuentros nacieron muchas amistades duraderas. Cuando, hace ya más de veinte años decidí escribir El Tao de la Física inicié un camino que entrañaba considerables riesgos profesionales, emocionales y económicos. Inicié este camino solo, al igual que muchos de mis amigos y colegas que hicieron lo mismo en sus respectivos campos. Hoy todos nos sentimos mucho más fuertes. Estamos inmersos en múltiples movimientos alternativos que forman parte de lo que yo llamo la "cultura emergente", multitud de grupos que representan diferentes facetas de la misma nueva visión de la realidad y que gradualmente se van uniendo para formar una poderosa fuerza de transformación social.
                                                                                                                    Fritjof Capra



Cuando los extremos se tocan

Lo que está sucediendo en la actualidad por parte de la ciencia y la tecnología más moderna es un fenómeno digno de atención. Está sucediendo algo que, como siempre, los poderes fácticos del mundo establecido, se niegan a aceptar, pues supone por sí mismo la caída de todas las estructuras de conocimiento que ha construido el hombre moderno.

Estoy hablando de física nuclear, de la estructura de la materia en sí misma, y de cómo los humanos podemos llegar a comprender dicha estructura.

Desde principios del siglo XX, se vió que la manera mecanicista clásica que defendieron Newton, Descartes, Bacon, entre otros, ya era inservible para estudiar el interior de lo que llamamos “materia”. Los pioneros en física nuclear, descubrieron que la materia en sí, no es más que una ilusión de nuestra mente, un producto del lenguaje heredado de nuestra necesidad de hablar sobre los objetos que podemos ver y tocar en nuestro día a día.

Heisenberg, Bohr, Einstein, entre otros, tuvieron que crear nuevas y revolucionarias formas de explicar la realidad más allá de los objetos visibles. Unas formas de tratar con la realidad, que todavía se encuentran en estado de gestación, aceptadas únicamente por algunos físicos, dentro del edificio de la Ciencia. Pues aquellos descubrimientos, amigos míos, van más allá de las fórmulas matemáticas o de la energía que podamos extraer en un reactor nuclear.

Suponen un cambio de paradigma humano, algo que incluso muchos físicos se niegan a aceptar. Pues es un torpedo en la linea de flotación de superestructuras como por ejemplo, la totalidad del sistema educativo moderno. La manera Newtoniana racionalista de entender la realidad, está tan arraigada dentro del sistema, que incluso las teorías de la relatividad se han tenido en cuenta hasta ahora como una excepción a la norma, y poca gente es capaz de entender que la relatividad es la norma. La norma de la realidad, atómica, y humana.

El descubrimiento básico que impulsará al ser humano a otras formas de relacionarse y de entender la realidad, es que no existe el ladrillo básico del que están hechas todas las cosas, ni el átomo de Demóctrito, ni el Bosón de Higgs que se empeñan en identificar muchos físicos actuales. La partícula de Dios, como acostumbran a llamarla los prepotentes físicos, no existe como tal, sinó como un conjunto de relaciones con “otras” formas de energía y manifestaciones que llegan a crear la variedad de fenómenos con los que interactuamos diariamente.

Algo que nuestro EGO freudiano, de forma racional, no puede ni podrá nunca llegar a comprender en su total complejidad mediante categorizaciones conceptuales, la base de nuestro sistema “educativo”.     

Para dar émfasis a esta “nueva” visión del mundo, Voy a poner una reflexión realizada por parte de un protagonista de “primer nivel”, en la física nuclear del Siglo XX. Oppenheimer fue el director del proyecto que desarrollaría las dos primeras y últimas bombas atómicas que se descargarían sobre población civil, en Hiroshima y Nagasaki.

Las ideas generales sobre el entendimiento humano... ilustradas por los descubrimientos ocurridos en la física atómica, no constituyen cosas del todo desconocidas, de las que jamás se oyera hablar, ni tampoco nuevas. Incluso en nuestra propia cultura tienen su historia y en el pensamiento budista e hindú ocupan un lugar muy importante y central. Lo que hallaremos es un ejemplo, un desarrollo y un refinamiento de la sabiduría antigua.
                                                                                               Julius Robert Oppenheimer

lunes, 19 de noviembre de 2012

Los doctos


Menger es uno de esos sabios de los cuales es interesante saber sobre su vida, a la par que sobre su obra. Menger trabajó de periodista una vez doctorado, haciendo boletines sobre el estado del mercado. Aquella larga labor de investigación en la calle(un sitio en el que raramente encontramos académicos) observando cómo se formaban los precios de las mercancías, le hizo dudar de las teorías oficiales, pues se dio cuenta que los hombres de negocios preferían sus métodos prácticos para fijar los precios, antes que las teorías académicas tradicionales. En 1871 publica Principios de economía política. En él, argumenta su tesis del valor subjetivo de las cosas, independientemente de lo que haya costado su anterior producción. Menger entonces choca frontalmente con la corriente que predominaba por aquel entonces en los territorios de habla alemana, la Escuela Historicista, que reniega de la validez de los postulados teóricos de Menger, pues los historicistas sólo tienen en cuenta la observación del pasado histórico o estadístico, negando la validez de cualquier especulación teórica. Entonces se establecen una serie de discusiones académicas muy duras con el representante de la escuela alemana historicista, Schmoller, que gozaba de mayor prestigio. El resultado fue que Menger se quedaría solo defendiendo sus posturas, y se encuentra con una dura lucha dialéctica que le lleva al ostracismo en Alemania. Schmoller llega a decir cosas como que Menger no está capacitado para enseñar, e incluso le devuelve una publicación que aquél le envió a modo explicativo, añadiendo que ni tan siquiera había perdido el tiempo para leerla. Y entonces pasan aquellas cosas mágicas que suceden sólo de vez en cuando en la historia, de manos de hombres capacitadísimos que tienen que luchar contra unas opiniones que prevalecen en un momento dado. Menger se da cuenta de que sus teorías no son aceptadas por sus contemporáneos, no porque éstas sean erróneas, sino porque no se ha podido llegar a entender ni tan solo el método que había usado él para poder llegar a estas conclusiones. Entonces sigue investigando, pero esta vez en el campo de la filosofía, sobre la manera en que el ser humano puede llegar al obtener conocimiento de la llamada realidad. Estudia filosofía de la ciencia. Y después de ocho años, publica sus Investigaciones sobre el método. Y...¡SORPRESA! ...el tío lo rompe.

Ahora empiezan a permear sus ideas que formaron la Escuela Austriaca de Economía, aunque sus investigaciones sobre el método todavía quedan lejos de aceptarse. Menger incluso se negó a reeditar su Principios de economía política porque sabía la razón de que no se comprendiera, y estuvo dedicado los últimos años de su vida preparando una revisión completa que incluyera tanto los Principios, como el Método. Quizás se propuso un objetivo demasiado ambicioso, pues no pudo terminarlo, y aquel esfuerzo lamentablemente sólo quedó en forma de una serie de notas manuscritas desordenadas que ni su hijo pudo ordenar. Aquél sólo pudo publicar algo sobre la parte referente a la economía.

El Método de Menger supone una revolución de 360º sobre la manera en que a día de hoy los humanos, entendemos tanto a la ciencia así como el conocimiento. La incomprensión de sus contemporáneos académicos le hizo ir a estudiar la base, los fundamentos sobre los que se asientan los conocimientos que llamamos científicos. Y se dio cuenta del hecho de que las universidades, los centros académicos, están nada más y nada menos que en terreno resbaladizo, asentados en una serie de inercias y aceptaciones heredadas por tradición, que muy poca gente se atreve, desde los mismos centros académicos, a poner en duda. ¿Los doctores y catedráticos aman demasiado su posición social o sillón como para ponerse a pensar? ¿Qué sentido tienen las universidades hoy en día si no se alienta el espíritu crítico?

Aunque sólo tengamos unas meras trazas del método que nos legó Menger, después de más de cien años de su publicación, misteriosamente cobra vida de nuevo, y no sólo es válido para la economía, como ha demostrado la Escuela Austriaca de Economía, que predijo la crisis actual ante la indiferencia de los economistas oficiales, sino que también sirve para replantear el llamado método hipotético-deductivo para otras ciencias como serían la biología, la sicología, la sociología, la medicina, y no digo la física ni la química ni las matemáticas porque el método de Menger ya se aplicaba en ellas de forma espontánea o involuntaria.    

A Nietzsche le pasó algo similar. Era un notable doctor de filología clásica en la Universidad, y le da por publicar El nacimiento de la tragedia. Evidentemente, ninguno de sus compañeros de docencia entiende una mierda de aquello sobre lo que el bueno de Friedrich está hablando, e incluso le llegan a decir: Nietzsche ha dejado de ser un docto. A lo que él replica en su libro Así habló Zaratustra, en el capítulo sobre los “doctos”:

Mientras yo yacía dormido en el suelo vino una oveja a pacer de la corona de hiedra de mi cabeza, - pació y dijo: «Zaratustra ha dejado de ser un docto». Así dijo, y se marchó hinchada y orgullosa. Me lo ha contado un niño. Me gusta estar echado aquí donde los niños juegan, junto al muro agrietado, entre cardos y rojas amapolas. Todavía soy un docto para los niños, y también para los cardos y las rojas amapolas. Son inocentes, incluso en su maldad. Mas para las ovejas he dejado de serlo: así lo quiere mi destino - ¡bendito sea! Pues ésta es la verdad: he salido de la casa de los doctos: y además he dado un portazo
a mis espaldas. Durante demasiado tiempo mi alma estuvo sentada hambrienta a su mesa; yo no estoy adiestrado al conocer como ellos, que lo consideran un cascar nueces. Amo la libertad, y el aire sobre la tierra fresca; prefiero dormir sobre pieles de buey que sobre sus dignidades y respetabilidades. Yo soy demasiado ardiente y estoy demasiado quemado por pensamientos propios: a menudo me quedo sin aliento. Entonces tengo que salir al aire libre y alejarme de los cuartos llenos de polvo. Pero ellos están sentados, fríos, en la fría sombra: en todo quieren ser únicamente espectadores, y se guardan de sentarse allí donde el sol abrasa los escalones. Semejantes a quienes se paran en la calle y miran boquiabiertos a la gente que pasa: así aguardan también ellos y miran boquiabiertos a los pensamientos que otros han pensado. Si se los toca con las manos, levantan, sin quererlo, polvo a su alrededor, como si fueran sacos de harina; ¿pero quién adivinaría que su polvo procede del grano y de la amarilla delicia de los campos de estío? Cuando se las dan de sabios, sus pequeñas sentencias y verdades me hacen tiritar de frío: en su sabiduría hay a menudo un olor como si procediese de la ciénaga: y en verdad, ¡yo he oído croar en ella a la rana! Son hábiles, tienen dedos expertos: ¡qué quiere mi sencillez en medio de su complicación! De hilar y de anudar y de tejer entienden sus dedos: ¡así hacen los calcetines del espíritu! Son buenos relojes: ¡con tal de que se tenga cuidado de darles cuerda a tiempo! Entonces señalan la hora sin fallo y, al hacerlo, producen un discreto ruido. Trabajan igual que molinos y morteros: ¡basta con echarles nuestros cereales! – ellos saben moler bien el grano y convertirlo en polvo blanco. Se miran unos a otros los dedos y no se fían del mejor. Son hábiles en inventar astucias pequeñas, aguardan a aquellos cuya ciencia anda con pies tullidos, - aguardan igual que arañas. Siempre les he visto preparar veneno con cautela; y siempre, al hacerlo, se cubrían los dedos con guantes de cristal. También saben jugar con dados falsos; y los he encontrado jugando con tanto ardor que al hacerlo sudaban. Somos recíprocamente extraños, y sus virtudes repugnan a mi gusto aún más que sus falsedades y sus dados engañosos. Y cuando yo habitaba entre ellos habitaba por encima de ellos. Por esto se enojaron conmigo. No quieren siquiera oír decir que alguien camina por, encima de sus cabezas; y por ello colocaron maderas y tierra e inmundicias entre mí y sus cabezas. Así amortiguaron el sonido de mis pasos: y, hasta hoy, quienes peor me han oído han sido los más doctos de todos. Entre ellos y yo han colocado las faltas y debilidades de todos los hombres: - «techo falso» llaman a esto en sus casas. Mas, a pesar de todo, con mis pensamientos camino por encima de sus cabezas; y aun cuando yo quisiera caminar sobre mis propios errores, continuaría estando por encima de ellos y de sus cabezas. Pues los hombres no son iguales: así habla la justicia, ¡y lo que yo quiero, eso a ellos no les ha sido lícito quererlo!

Así habló Zaratustra

martes, 16 de octubre de 2012

La síntesis Hegeliana


Hice un parón en las artes marciales de unos siete años, pues por circunstancias de la vida mi mente estaba absorta en otras ocupaciones o quehaceres. Pero irremediablemente mi cuerpo y mi mente seguían pidiéndome que realizase algún tipo de actividad física. Probé en la universidad con el rugby, pero yo soy más bien bajito, y tener que impactar a la carrera con hombres que me doblaban en peso suponía un inconveniente a tener en cuenta. El rugby es un deporte increíblemente bonito, dónde se trabajan los valores de cooperación entre los compañeros de equipo, comunicación y entendimiento, dejando pero, siempre algún espacio libre para la hazaña individual. A diferencia del fútbol americano, aquí no se llevan cascos ni protecciones a modo de escudo. És tu cuerpo que absorbe exclusivamente los impactos en las escaramuzas que se producen a lo largo de la violenta búsqueda del  rico melón.

Considerando aquellos choques como perfectamente elásticos, que no lo eran, pues la temperatura de mi cuerpo subía después del impacto, y por aquello de la conservación de la cantidad de movimiento y de la energía, cuando el jugador del equipo contrario que venía hacia mí tenía el doble de peso que yo, y se movía a la misma velocidad pero en sentido opuesto, mi cuerpo, por el hecho enigmático de acatar sine qua non las leyes de la Física antes descritas, se veía consecuentemente catapultado hacia atrás a 1,6 periódico veces la velocidad que llevaba yo antes del impacto, mientras mi oponente tan sólo se veía reculando a un mísero 0,3 periódico de su velocidad inicial. La comprobación experimental de las antes citadas leyes de la naturaleza en mi propio organismo hicieron que paulatinamente, dejase el rugby.

Hoy en día, como en las demás épocas pasadas de la humanidad rige una ideología, una manera de ver el mundo. En el mundo académico, ésta se llama positivismo o cientifismo, que se caracteriza por pensar que la ciencia puede llegar a resolver todos los problemas de la humanidad, y propone un método de estudio de la llamada realidad, el empirismo, inductivismo o método científico, en el que sólo se considera válida la experiencia, a fin de llegar a dicho conocimiento. Los positivistas reniegan de la metafísica, e incluso defienden que la filosofía debe de dejar de preguntarse sobre ésta, y debe de servir exclusivamente a la Ciencia.

Olvidan a la metafísica, a las premisas a priori, a las suposiciones que no se puedan demostrar, pero ellos mismos, sin darse cuenta, son los creadores de la metafísica o creencia mas extendida hoy en día en nuestra sociedad: el creer que la ciencia puede llegar a conocer y solucionar todos los problemas humanos, únicamente usando el método hipotético-deductivo.

Éste método es el que se usa en investigación tanto en ciencias naturales como en ciencias sociales. Evidentemente, los resultados obtenidos con este método siempre dejan excepciones, porque la realidad que quieren estudiar es demasiado compleja para su método. Reniegan de las idealizaciones que son tan comunes en la física, que me han servido a mí para la exposición del impacto en un placaje de rugby, o en la química. ¿Qué decir también de las matemáticas, que se mueven enteramente en un mundo ideal, con suposiciones que no tienen porque corresponder a ninguna realidad?

Pero el positivismo que domina hoy en día las universidades reniega de estas idealizaciones, que son tan importantes para entender las leyes naturales o universales que subyacen misteriosamente a toda realidad visible y medible.

Carl Menger fue un economista austriaco de finales del S.XIX. A él se le atribuye ser el creador de una corriente de pensamiento económico : La Escuela Austriaca, de la que sus ponientes tuvieron que emigrar a los Estados Unidos bajo la persecución Nazi. Allí siguen con fuerza estas teorías, aunque de momento sólo son defendidas por grupos minoritarios en aquel país, como los Libertarios.

Carl Menger se revela también como filósofo de la ciencia con la publicación en 1883 del libro “Investigaciones en el método de las ciencias sociales con especial referencia a la economía”.  En este libro se pueden apreciar muchas perlas, y muestra que Menger tenía conocimiento de todos los grandes pensadores hasta la época: Platón, Aristóteles, Bacon, Kant, Locke, Smith, por decir sólo algunos.

Su aportación revolucionaria es reivindicar, no sólo para las ciencias naturales, sino también para las ciencias sociales, las anteriormente citadas idealizaciones, con el fin de poder llegar a entender las leyes universales infalibles que se ocultan a la simple observación directa de la llamada realidad.

El método Teórico Exacto, como lo llama Menger, consta de los siguientes pasos:
a)      Analizar la realidad tomando datos, estadísticas, leer la historia.
b)      Separar y clasificar esos datos en tipos o elementos universalmente tipificables
c)      Construir las premisas o suposiciones necesarias(causas) para que se genere el inevitable desenlace(efecto) 
d)      Desarrollar la teoría y dar con las leyes universales que subyacen.

Hay que decir que la teoría puede ser cierta con las previamente supuestas y necesarias premisas, aunque la dificultad de encontrar un caso en la realidad que las cumpla todas y en exclusividad, puede ser imposible. Recordad que en economía o en las ciencias sociales no estaríamos estudiando un choque elástico que se puede repetir cada cinco minutos, sino efectos que pueden tardar años en desarrollarse. Pero no por ello debemos de  dejar de considerar válidas dichas teorías cuando hay suficientes indicios de que sean ciertas.

En mi humilde opinión, siempre que sea posible hay que atenerse al racionalismo crítico que desarrollaría Popper mas tarde, el cual admite abiertamente que no existen verdades absolutas en la ciencia, sino que ésta es un conjunto de conocimientos que se van superando y refutando a lo largo del tiempo, avanzando lentamente pero con firmeza.

Las ciencias sociales han adquirido el método hipotético-deductivo de manera excluyente por la simple razón de la mayor complejidad que tienen respecto la física o la química. En física también encontramos teorías basadas exclusivamente en la acumulación de experiencias o estadísticas en los casos en que hasta la fecha ha sido imposible dilucidar las leyes que nos permiten predecir el fenómeno. Usamos en estos casos fórmulas matemáticas construidas con datos estadísticos, suponiendo que el fenómeno futuro seguirá con la tendencia anterior. Un ejemplo de este caso es la transmisión de calor.

Quizás por causa de la mayor complejidad, actualmente en el estudio de la economía solamente se usa el método hipotético-deductivo del que hacíamos referencia. Pero Menger usa en sus razonamientos, ya sea de manera consciente o inconsciente, el principio hermético de lo que es arriba es abajo, y afirma que no hay ninguna diferencia esencial entre las ciencias sociales, y las naturales o físicas, sino que ésta sería únicamente de grado. Así pues, ve completamente válido usar las idealizaciones exactas también en la economía que estudia él, pero no sólo en ella. También en la biología, en la sociología, la sicología, etc.

Según Menger, la comprensión teórica de cualquier fenómeno puede ser el resultado de una doble orientación, la empírica-realística y la exacta-teórica. Son dos orientaciones que se complementan, sin contradecirse.

Otro aspecto a tener en cuenta en sus planteamientos se tiene que entender en clave de su época, en la que el Romanticismo había dejado huella. El Romanticismo, como corriente de pensamiento y artística aparece en el SXIX como reacción al Clasicismo anterior que caracterizó la ilustración francesa del S.XVIII, el siglo de las luces.

Así pues, el culto a la razón que todavía coleaba de Descartes, desemboca en el Romanticismo, una corriente en la que predominan las formas orgánicas y espontáneas, los sentimientos en detrimento de la antes citada razón. De esta manera la Historia cumple con su dialéctica, y se va al polo opuesto, dando validez una vez más a las teorías dialécticas Hegelianas. Así, el nuevo movimiento artístico, filosófico, científico y político reúne lo mejor de las precedentes etapas de la humanidad, alcanzando ésta consecuentemente, un estadio superior de conocimiento y relación con su entorno(tesis, antítesis, síntesis). 

Unas breves trazas sobre el Romanticismo, que se caracteriza por:
Tener una conciencia del Yo como entidad autónoma dotada de cualidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento, que tienen más valor que la razón;
Por la primacía del Poeta como demiurgo o creador de su universo;
Por la defensa de la Libertad individual del hombre;
Y muestra una fascinación por la naturaleza en su estado salvaje y orgánico.

Menger arranca directamente de la concepción romántica de la realidad, y concibe la espontaneidad orgánica e irracional como origen primigenio de los estados, leyes, las lenguas y la economía, que se fundarían de forma involuntaria e inconsciente como consecuencia directa de la suma de las necesidades individuales de los hombres. Las leyes, en primera instancia se formarían para protegerse del despotismo o abusos de algunos. Aunque esto seria solamente en su estado inicial, como origen. A lo largo de generaciones, las leyes o normas de convivencia no escritas se irían asentando, y pasarían a formar una entidad externa a los individuos, que las perciben ahora como algo superior o divino, perdiendo la comprensión del origen interior de ellas. Entonces se crean las religiones o normas, que en éste paso de la historia humana, ya se crean de forma positiva: es decir, intencionada, no espontánea. Los gobernantes aprovechan el olvido original y, en muchos casos, legislan únicamente en función de sus intereses, con una nueva casta de legisladores que sirven a sus propósitos. Para Menger, entender y comprender éste origen natural, espontáneo o involuntario que se dio en los albores de la civilización como consecuencia de las necesidades de la mayoría de sus individuos, es crucial para poder legislar de forma efectiva, así como para poder aplicar las teorías científicas resultantes de dicho esfuerzo en la práctica política habitual. ¿Pero qué pasa cuando queremos estudiar una época en la que no hay registros históricos? Es decir, nos encontramos en la llamada prehistoria? Entonces el método empírico o estadístico se vuelve imposible. ¿Y por ello debemos dejar de investigar este ámbito de conocimiento? Claro que no. Pero las dificultades evidentes dejan en este caso únicamente el paso a la ciencia exacta o teórica.

Haciendo una analogía con la condición humana, sería lo mismo que afirmar el hecho de que hay que intentar comprenderse a uno mismo, mirar en tu interior e inconsciente para poder así tomar las decisiones correctas en la vida, que nos lleven a la anhelada felicidad que todos deseamos. Ésto que no se acostumbra a practicar mucho en nuestra sociedad actual sí que estaba pero, en el templo de Delfos de la Grecia Clásica, donde en sus puertas había la inscripción Conócete a ti mismo. Nada nuevo bajo el sol.  

Nuestro filósofo olvidado hace, en el siglo XIX la analogía de un estado con un ser vivo. En un ser vivo como una planta, por ejemplo, las células no son controladas de modo central y racional, sino que ellas mismas se organizan y distribuyen sus tareas en beneficio del máximo rendimiento del conjunto del organismo, repercutiendo así también en beneficio de cada una de las células que lo conforman. De forma espontánea o autónoma, no racional o impuesta. En el origen de los estados sucedería lo mismo, pero a un nivel superior de complejidad, evidentemente. Como bien definen ahora las teorías evolutivas, aquellas organizaciones orgánicas que no tienen éxito en adaptarse al entorno, o son ineficientes respecto a otras de más eficientes, dejan de existir.

Menger pero, no se queda ahí, y realiza la siguiente reflexión para el estudio de los organismos vivos, ya sean los animales, las plantas, o las organizaciones sociales a las que hacíamos referencia:

Las ciencias que estudian los organismos no pueden estudiarlos exclusivamente como una simple yuxtaposición de sus partes y órganos, sino que también se tienen que estudiar como lo que son, és decir, como a un Todo. Ya que los organismos se presentan a nosotros en cualquier caso como unidades, y sus funciones como manifestaciones vitales de los organismos en su totalidad, esto presenta un problema que tiene que ser resuelto por la interpretación exacta de la naturaleza y de las funciones de los organismos.

No hay que decir que la medicina actual no tiene en cuenta para nada esta concepción holística de los humanos, estudiando el hombre como si su cabeza no tuviese nada que ver con su físico, o con el entorno en el que está. Los problemas físicos no tienen absolutamente nada que ver con los psicológicos según la doctrina actual de la medicina. El concepto aristotélico de holismo se adecua perfectamente a la concepción orgánica de Menger.  

Para que se entienda en qué consiste aplicar la teoría exacta en las ciencias sociales, vamos a reproducir el mismo ejemplo que Menger utiliza en su Investigaciones.

El ejemplo corresponde al incremento de precio de un bien cuando aumenta su demanda.

Axiomas o proposiciones(tienen que cumplirse sine quanon para que se cumpla la ley):
  1. Que todos los sujetos económicos considerados persiguen proteger su interés económico de manera completa.
  2. Que en la formación del precio, los sujetos económicos que intervienen poseen conocimiento de su objetivo económico y de cuáles son las maneras para conseguirlo.
  3. Que conocen la situación económica.
  4. Que no hay ninguna fuerza externa cohercionando su libertad económica.

El cumplimiento de los cuatro casos anteriormente citados no hay que decir, supone un caso ideal muy alejado de nuestra realidad cotidiana. Pero en el caso hipotético de que se cumpliesen esos preceptos, y la demanda o necesidad de las personas o empresas por un bien aumentase, manteniéndose por otro lado igual su oferta en el mercado, entonces inevitablemente el precio de ese bien subiría de una forma cuantificable.

En la realidad, pero, se podría dar el caso que el precio de dicho bien se mantuviese igual, aunque si dejara de cumplirse cualquiera de los cuatro preceptos anteriores, la teoría no por eso dejaría de poseer la más absoluta validez.

viernes, 28 de octubre de 2011

Solo sé que sé algo...


El conocimiento humano parte de una base bien simple: no existen verdades absolutas. Cualquier científico, pensador, gurú espiritual , político, economista, paleta, que nos quiera vender algo cómo totalmente cierto, le diremos: Coge la teoría que te has sacado de la chistera, y esfúmate por la puerta por la que has entrado.
No voy a desarrollar las teorías de otros en profundidad. Usaré un lenguaje llano y simplificaré las teorías para que todo el mundo lo pueda entender. Dejaré las referencias para que la persona interesada indague más en el tema. En estos momentos es importante que el máximo número de personas pueda percatarse de cómo funciona el mundo actual, y aprenda a decir a y b, aunque no se sepan todavía la c. Pues estamos todos metidos en este mundo, sistema político económico y mediático, y sólo saldremos para mejor cuando haya una mayoría de gente suficiente para exigir un cambio a nuestros gobernantes.
Una premisa clave para el entendimiento es que se hable claro. Y qué buscan las élites en estos momentos duros de crisis y falta de ideas? Confundir. Darle Nombres raros e incomprensibles a las cosas, para apartar al ciudadano común de sus tomas de decisiones.
Por ejemplo, las recetas de Ben Bernanke de la Reserva Federal de los Estados Unidos(que sería como el Banco Central Europeo para EEUU) , para luchar contra la crisis que no amaina, y seguirá sin amainar, es lo que ellos denominan el Quantitative Easing, han hecho el QE1, el QE2, y ahora estarán a punto de realizar el QE3. Esto se traduciría en Flexibilización Cuantitativa.
Ha quedado claro, no? Yo cuando estudiaba en el cole, me encontraba cada día con Flexibilizaciones Cuantitativas al igual que con Ecuaciones de primer grado. Era cuando casi había hecho los deberes J. Evidentemente, este nombre como mínimo asusta a los profanos en economía, que es la mayoría de la población. Ya han cumplido con su primer objetivo. Despistar. Decir nada más que el QE simplemente significa ir a la máquina de imprimir billetes verdes que tienen en el sótano de la Reserva Federal, y crear nada más y nada menos miles de millones de billetitos más para que circulen por allí, evidentemente a ti no te los darán, sino a sus amiguetes, políticos, banqueros, especuladores…
Para que la gente lo entendiera tendrían que decir:
-Señores, vamos a inundar la economía con billetes falsos que nos hemos creado nosotros, que vamos a repartir entre nuestros amiguetes, y tus ahorros van a valer mucho menos por culpa de la inflación que generará tal masa monetaria, y los precios del pan, el trigo y el petróleo van a subir. Ah, por cierto, y la economía no se va a solucionar, pero así los tiburones de Wall Street están contentos durante unos meses, y nosotros chutamos la pelota hacia delante, que igual cuando reviente ya no estamos en el poder, porqué tenemos el mandato limitado a 4 años, y otro se comerá el marrón. Que nos quiten lo bailao, y tú nos importas una mierda, porque total, te estamos robando a la puta cara y eres tan tonto que ni te enteras.
No sé, al igual si lo explican de ésta manera la gente se enteraría, digo yo...
La ciencia, el conocimiento científico, deja de ser ciencia y se convierte en superstición o creencia, cuando dejamos de pensar con espíritu crítico, cuando abandonamos de poner en tela de juicio las afirmaciones que nos llegan de los científicos. La necesaria pregunta y si? Pero, esto contempla este caso? Qué pasaría si las circunstancias “X” o “Y” cambiasen? Cuando dejamos de hacer estas preguntas, Ya no es ciencia.
Voy a hablar un poco de Popper, el más influyente filósofo de la ciencia, que sigue vigente, y todavía no ha sido superado. Popper hizo una gran aportación, al cambiar de enfoque respecto el método empírico inductivo, por el cual uno hacía una teoría, y después pasaba a verificar mediante la experiencia que se cumpliese dicho enunciado. Primero: el enunciado debe de ser FALSABLE, es decir debe permitir la refutación. Segundo: para verificar el enunciado mediante la práctica, no debes buscar casos en los que se cumpla, sino precisamente lo contrario. Intentar cargarte la teoría a base de cuestionamientos, buscar posibles casos en que pueda estar equivocada. Se trata de una reducción al absurdo(lógica aristotélica). El racionamiento de esto es bien simple. Lo voy a explicar con un ejemplo.
Supongamos que quiero enunciar una teoría científica, con la siguiente afirmación:
Las vacas de más de 200Kg dan más de 5 litros de leche al día. Ok(espero no estar abriendo un nuevo campo de estudio aquí J
Podemos analizar la capacidad de producción de las vacas de más de 200kg, e ir viendo casos en qué la afirmación se cumple. Cuantos necesitamos? 2, 4, 100, 1000 vacas para considerar cierto el anunciado? De todas formas, sería cierto de forma PROVISIONAL(aquí está el kid de la cuestión). Para tener la absoluta certeza de que éste anunciado es cierto, tendríamos que analizar TODAS las vacas de más de 200Kg. No sólo esto, sino buscar en los antepasados de éstas vacas, y esperar a que nazcan todas las vacas que hay por nacer. Se dan cuenta de que es IMPOSIBLE la verificación de una teoría con casos que dan positivo? Simplemente llegamos a resultados provisionales, en dónde el científico tiene que aceptar la humildad, y decir: Señores, hasta que no se demuestre lo contrario, parece ser que las vacas de más de 200Kg dan más de 5 litros al día. Pues, con una sola vaca gorda que no dé leche, se va la teoría al garete.
Lo mismo que pasa con éste enunciado tonto, pasa con cualquier enunciado científico. Hemos visto cómo las distintas teorías a lo largo de la historia se han ido modificando, muchas se han tenido que abandonar por demostrarse falsas. Así como las leyes de Newton fueron rebasadas por la teoría de la relatividad(aunque puedan seguir siendo consideradas ciertas en determinados casos), y la teoría atómica de Thompson fue superada por la de Rutherford, y ésta por la de Bohr… La ciencia va avanzando, y seguirá avanzando, siempre y cuando seamos capaces de cuestionar las teorías prevalecientes en cada momento de la historia.
Desde que nacemos, los humanos somos educados en normas, leyes, conductas de comportamiento… antes la gente creía en la religión… pero hace décadas que la religión ya no es importante para la mayoría de la población. Pero el humano de hoy en día, sigue necesitando de convicciones. Sigue aferrándose a creencias, roles sociales, ya sea para justificarse a uno mismo, o para poder entrar en un grupo social determinado y poder formar parte de él, en definitiva, no sentirse solo. Me da igual las razones, pero lo que me ha dicho la experiencia es que la gente necesita convicciones. He conocido muy pocas personas capaces de cuestionárselo todo de nuevo. Y… voilà… que aporta la ciencia hoy en día? En un mundo con falta de valores, un mundo dónde todo parece volátil? Aporta a aquellas mentes necesitadas de convicciones, que desean aferrarse a algo, la coartada perfecta. Pero la CIENCIA en mayúsculas nunca podrá dar respuestas inamovibles sobre NADA, por las razones que he explicado antes.
Los ejemplos más flagrantes sobre la doctrinalización de la ciencia se encuentran hoy en día en el Cambio Climático y en la Medicina oficialista. Ésta necesidad humana de creer en algo está muy bien condimentada con el bombardeo mediático gracias a la televisión, cine… y la verdad es que el Poder hace un trabajo fenomenal, pues la inmensa mayoría de la población está asustada por el cambio climático, tiene miedo a nuevas epidemias como la gripe A, y.. aquí es dónde nos tenemos que preguntar “quid pro quo”? Sí. Los Romanos cuando investigaban un crimen era la primera pregunta que se hacían. A quien beneficia? La creencia sobre el Cambio Climático beneficia a burócratas de la ONU, así cómo a las economías industrializadas, pues con la excusa de que van a contaminar, no se les deja usar a los países subdesarrollados combustibles fósiles, que son los mas baratos, y los que los podrían sacar de la pobreza. Y la medicina oficial beneficia a las industrias farmacéuticas, evidentemente.
Voy a dejar caer la refutación de que El Cambio Climático está causado por el CO2, aunque no voy a profundizar. Investiguen por uds. mismos. Se trata de las perforaciones que se han hecho en el ártico sobre bloques de hielo. En el hielo hay una información valuosísima. Se puede saber la temperatura de la atmósfera, junto con la concentración de CO2. Pues agárrense en la silla. Éstas temperaturas están relacionadas, pero la temperatura adelanta al CO2 en 600 años! Entonces, por simple lógica, el CO2 es consecuencia de la temperatura, y no al revés cómo nos quieren hacer creer. Esto deja TOTALMENTE inhabilado el enunciado de que el aumento de CO2 en la atmósfera és el causante del cambio climático. Pero… en la tele no paran de bombardearnos con lo contrario… que cada uno saque sus conclusiones.
La ciencia, lo tiene relativamente fácil para estudiar la física y la química pero el grado de complejidad e incertidumbre aumenta exponencialmente a la hora de estudiar la biología, pues aquí no sólo intervienen átomos, moléculas y electrones, sino que las moléculas forman células, éstas células forman tejidos, órganos, y el conjunto de órganos forman un humano, un perro, o lo que era el pollo que me estoy comiendo “al ajillo”. Y no hablemos pues, de las ciencias humanas cómo la sociología, psicología, medicina, economía…
Estudiar la economía con sistemas de ecuaciones como si se tratara de un análisis de resistencia de materiales está condenado al fracaso. Y así lo demuestra la presente crisis, que los economistas oficialistas han sido incapaces de predecir con sus matemáticas. Demasiadas variables influyen en el comportamiento humano y social.
Quieres ser un buen economista?
Empieza a estudiar física, empieza a estudiar termodinámica, empieza a estudiar biología, empieza a estudiar sicología, historia…
Quieres refutar éstos párrafos?
Empieza a estudiar filosofía.