Presentación

Este blog está realizado con el objetivo de divulgar conocimientos sobre filosofía, ciencia, sociedad, política y espiritualidad en un intento de unir estas disciplinas que en la actualidad se estudian por separado. Continuar leyendo la presentación

Mostrando entradas con la etiqueta Taoísmo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Taoísmo. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de octubre de 2014

Entre el Cielo y la Tierra


En este post introduje el concepto del velo de Maya que separa el mundo visible del oculto: La Matrix, como se le ha denominado en las novelas y películas de ciencia ficción a esta red invisible que une a los seres humanos. En posts anteriores hice referencia al estado actual de la ciencia, que se encuentra en estos momentos rasgando con incontestables preguntas precisamente este velo que delimita el espacio-tiempo de las dimensiones superiores. Evidentemente la ciencia es neófita en estas dimensiones porque precisamente su razón de ser y los principios que la fundamentan residen en las cuatro dimensiones espacio-temporales. ¿Sin aceptar la posibilidad de la exploración submarina, podrás algún día conocer los fondos marinos que permanecen ocultos bajo el mar? Evidentemente que no. O se reformulan los principios que sostienen la ciencia hoy en día, o ésta quedará como una de las múltiples religiones del pasado de la humanidad que no supieron adaptarse a los cambios sociales o de pensamiento, restringiéndose su aplicación a un simple dogma con zonas “oscuras” prohibidas como era el arbol del conocimiento de Adán y Eva.

Como apunté en este post, las dimensiones superiores tienen que ver con la información, con la mente. Necesitamos ahora rescatar algunas de las ideas de la cultura de la humanidad que han mantenido muchas filosofías antiguas. Usando la terminología arcaica, los dos mundos que estamos considerando no son otros que El Cielo(dimensiones superiores) y La Tierra(espacio-tiempo). Todas las culturas del pasado de la humanidad han diferenciado estos dos mundos para interpretar el conjunto de la realidad que experimentaban. En el Cielo nos encontramos dioses, espíritus, ángeles, elfos, gnomos, demonios, dragones, o extraterrestres, según la cultura que estudiemos; y en la Tierra nos encontramos los cinco elementos, plantas, animales, seres humanos, planetas, estrellas, átomos, radiaciones electromagnéticas, moléculas, protones, electrones, plasma...

Como ya hemos visto en algún que otro post, la lógica racional sirve únicamente para tratar asuntos de la Tierra(espacio-tiempo), y desde que el hombre es hombre, se ha usado el arte y la poesía para tratar los asuntos del Cielo. Todas las mitologías nacen de alegorías o expresiones artísticas, que más tarde con el uso, puede que se queden como dogmas religiosos. Pero ha quedado constancia en la Historia, que las religiones paganas como la de la antigüedad clásica greco-romana y egipcia, se reservaban la comprensión completa de la cosmología que representaban para las iniciaciones místicas, separando el culto en dos fases:
a) Las historias aptas para niños y para el público en general.
b) Comprensión a un nivel más profundo de la realidad mediante un proceso guiado de “revelación”.

Evidentemente la mitología que ha llegado hasta nuestro tiempo en la cultura occidental son las historias para los niños, pues las religiones monoteístas que se impusieron al principio de nuestra era ejercieron una represión brutal contra de las iniciaciones místicas paganas, la clave para comprender las expresiones artísticas que subyacen en el mito, llevando de esta manera el pensamiento de occidente hacia la fe ciega en la palabra de Dios, a la interpretación literal y no artística del mito, que como hemos visto con anterioridad, resta comprensión al Cielo, pues las palabras literales son precisamente lógica racional que únicamente sirve para comprender la Tierra en sus relaciones causa-efecto.

De esta manera descubrimos que el monoteísmo se basa precisamente en la total ignorancia del ser humano respecto a las dimensiones superiores o la mente, en la prohibición, por medio al castigo después de la muerte, de obtener el fruto del árbol del conocimiento; se exige del adepto obediencia sin discusión a la autoridad religiosa.

Y normalmente esta autoridad religiosa exige al ser humano una vida alejada de los placeres terrenales y que se consuele con la vida después de la muerte. Hay muchos debates sobre la posibilidad de la vida del más allá, sobre el concepto de la reencarnación, pero ahora me desviaría del punto al que quiero llegar(si sabéis leer entre líneas ya sabréis mi opinión al respecto). Muchas religiones en la actualidad, incluído el hinduísmo y ciertos tipos de budismo, predican el ascetismo: la renuncia a los asuntos terrenales, a la Tierra, en beneficio de lo que ellos consideran como Cielo o realidad dimensional superior. En el enjambre cultural de la actualidad, con la mezcla de cultos de todo tipo que la nueva religión new age adopta engullendo sin compasión ni comprensión, el ascetismo sigue como norma en lo que se considera la conducta “espiritual correcta”. Según la religión hindú, la realidad terrenal no es más que una apariencia, es decir, que es falsa, no existe, y lo único verdadero es el Cielo o la realidad dimensional superior. Por eso se conoce Maya como el velo de las apariencias, de la misma manera que el platonismo consideró el mundo de las ideas(realidad dimensional superior) como lo auténtico y verdadero, y lo que nos muestran los sentidos son burdas copias de aquellas; ascetismo. Más ascetismo, incluyendo una norma moral que premiaba a las almas virtuosas(ascéticas), con una mejor reencarnación en la proxima vida del alma... Ascetismo, más ascetismo.

Por contra el taoísmo, que contiene una directa transmisión de los conocimientos místicos siempre lo ha tenido muy claro; lo que conlleva la comprensión es la unión entre el Cielo y la Tierra en una fuerte comunión, en donde puedes comprender el funcionamiento de la mente al mismo tiempo que eres activo en la Tierra en el período de tiempo que dura tu vida, usando los conocimientos que te brinda El Cielo para mejorar tu satisfacción terrenal, de la misma manera que el juego diario de la vida(poniendo de tu parte) puede hacerte comprender mejor El Cielo, porque NO SON MUNDOS SEPARADOS, sino que se necesitan mútuamente, y la comunicación entre ellos da FUERZA al ser humano que aprende a funcionar en los dos mundos, y el mundo de las ideas NO ES UN MUNDO ESTÁTICO, como defendía Platón, sino que ES DINÁMICO, y de la misma manera que los asuntos terrenales y las especies EVOLUCIONAN, también lo hacen los MUNDOS MENTALES, influenciados por las decisiones LIBRES DE LOS INDIVIDUOS QUE HAN APRENDIDO A CONTROLAR SU MENTE SIN ESTAR INFLUENCIADOS POR LO QUE SE CONOCE COMO KARMA(conducta grupal, arquetipos de comportamento que influencian al individuo desde el exterior).

Ala, ahí queda eso...

Para que nos quede claro: ni el materialismo(positivismo científico, marxismo...) ni las religiones ascéticas(cristianismo, judaísmo, rastafarismo, islam, budismo tibetano...) pueden dar respuesta a los problemas que enfrenta actualmente la humanidad, que no tiene más remedio que empezar a comprender que el problema está en la separación tajante de los opuestos. En este post he usado Cielo-Tierra, Materialismo-Espiritualismo, pero... a buen entendedor pocas palabras bastan...










martes, 5 de noviembre de 2013

Zeus


En el post anterior de El Cielo  terminé con una pregunta:

¿Qué arquetipo jungiano representa Zeus?

Zeus es el patriarcado, es la imposición unilateral, la intolerancia.
Zeus es el Dios del monoteísmo, ya reciba el nombre de Jehova, Alà, o Padre.
Zeus es la creencia en una verdad absoluta a través de las palabras, llámese indistintaente religión o ciencia. Ya he explicado otras veces que la Ciencia auténtica es muchas cosas menos una verdad incuestionable.
Zeus es el cientifismo positivista.
Zeus es el racionalismo, en contraposición a las emociones.

En la mitología griega, Zeus lleva siempre su séquito de dioses menores: Violencia, Fuerza, y Zelo. Esto es porque este arquetipo sólo se puede mantener con el uso de la Violencia y de la Fuerza, no con el diálogo, pues para que exista el diálogo hay que albergar el presupuesto de que dos iguales hablen entre sí, algo imposible en las estructuras jerarquizadas, ni cuando uno cree que él siempre lleva la verdad suprema.

La fuerza del patriarcado está desde siempre fundamentada en la superioridad de la fuerza física del hombre respecto de la mujer. No desde la inteligencia ni desde la concordia. Ahora bien, la mujer tiene también sus armas: la sutileza, la sensualidad... Por eso el cristianismo y el judaísmo desprecian la belleza, el placer del cuerpo, porque éste es un terreno femenino. Pero aunque la sociedad siga siendo patriarcal, esto no quiere decir que la mujer no tenga poder. Lo que pasa es que el poder lo puede llevar sin que el hombre se de cuenta, porque para eso es mujer y conoce las sutilezas de su poder... Aquí no se trata de decir qué es mejor, si el poder masculino o el poder femenino. Simplemente se queiere decir que aquí cada uno usa sus armas sin hacer un juicio de valor.

El sistema del patriarcado se basa en el desconocimiento del poder femenino, en la separación entre hombre y mujer, en la incomunicación entre sexos, en la separación por parte del castigado Atlas del Cielo y la Tierra, en la división irreconciliable entre cielo e infierno, Dios y Diablo, Verdad y mentira, Bien y mal...

Esto, aunque parezca original, no es del todo mío. Nietzsche a finales del S.XIX ya apuntó a que el ideal escético ha tomado muchos nombres o representaciones en la sociedad, y la última es nada más y nada menos que la estructura dogmatizada de la Ciencia con sus universidades que funcionan en esencia igual que las iglesias al cristianismo. Este es el concepto de arquetipo Jungiano. Para Nietzsche, el ideal ascético funciona como un arquetipo jungiano que lleva milenios en la sociedad, llámese judaísmo, cristianismo o cientifismo. Yo he usado el magnífico trabajo de Robert Graves sobre los mitos griegos, y le he añadido su gérmen a este arquetipo: el patriarcado representado por Zeus, y lo voy a llamar Zeus a su conjunto.

Ver en este post extractos de Nietzsche sobre el ideal ascético, arte, religión y ciencia.

Matamos entre todos... a Zeus?

Para nombrar al Hombre y a la Mujer de la era post-zeus, para ponerles un nombre poético e invocar al arquetipo Jungiano de la concordia y la comunicación entre sexos, los voy a llamar Luna y Sol. 



martes, 16 de julio de 2013

Occidente Vs. Oriente

La Filosofía occidental se ha caracterizado por el culto a la palabra y los razonamientos, desde Sócrates.

Basta leer alguno de los diálogos de Platón, para darse cuenta de que Sócrates era en efecto, un sofista, que se dedicaba a hacer sofismas: ver sofisma en la wikipedia. Los diálogos de Platón son obras exotéricas destinadas al vulgo, y en ellas no se encuentran para nada argumentaciones sólidas, sino mas bien un intento de “educar” en sus creencias o inventos. En ellas se usa sin ningún tipo de vergüenza, la complicidad de un interlocutor que asiente sin más, las explicaciones generalmente de Sócrates, dejándose llevar para luego alabar la inteligencia del poniente en cuestión. Esto es, apelar a la confianza sugerida por el receptor de la lección, en el poniente, mediante los conocidos diálogos platónicos.

Creo que no es casualidad que Aristóteles, discípulo de Platón, se propusiera asentar las bases de la lógica y los razonamientos, al mismo tiempo que apuntaba a las trampas sofísticas más usadas en su tiempo para influir en la opinión de los demás.

Aristóteles definió el arte de la retórica, apuntando que para convencer a una audiencia, hay tres puntos clave a tener en cuenta.

a)Quién es el que habla, su procedencia, sus intereses, su historia, si es una persona sincera y creíble, o se sabe comúnmente que es un farsante... ETHOS en griego.

b) Los argumentos puramente lógicos, abstraídos de cualquier carga emocional. Una lógica que Aristóteles definió perfectamente, con sus leyes y limitaciones. LOGOS en griego.

c)La capacidad para llegar a las emociones humanas, despertar la carga emotiva del problema, que no tiene nada que ver con la lógica, como sabía perfectamente Aristóteles, y es un punto clave en las decisiones sobre la conducta humana. PATHOS en griego.

Lamentablemente, lo que se conoce como filosofía occidental arranca desde Sócrates, omitiendo a los anteriores filósofos.

Uno de ellos era Heráclito. Ver en la wikipedia

Pero la filosofía no arranca para nada tampoco en los presocráticos...

¿Así pues? En los centros educativos nos dicen que la filosofía empezó en la Grecia antigua... antes habían sólo mitos, leyendas, creencias...

Esta afirmación es cierta, en parte. Hay que atribuir a los Griegos la popularización de la filosofía, con obras exotéricas disponibles para toda persona que supiera leer.

¿Y los círculos Herméticos? Que la filosofía no estuviera al alcance del público en general, no quiere decir que ésta no existiera: Un razonamiento de lógica básica que tampoco saben hacer en la carrera actual que recibe el nombre de Filosofía. 

Los sacerdotes egipcios, por ejemplo, tenían un sistema filosófico perfectamente claro y estudiado que no se sabe por qué no se tiene en cuenta en los "estudios" de filosofía occidental.

Conceptos como la dualidad, el cambio, y la vibración de todas las cosas, ahora demostrados por la física cuántica más avanzada, ya se encontraban en el estudio sobre la realidad de los antiguos sacerdotes egipcios. De hecho, se dice que Platón se inspiró en algunas ideas Herméticas para desarrollar su filosofía.

Los siete principios Herméticos http://es.wikipedia.org/wiki/Kybali%C3%B3n

El origen de estos principios es un misterio, al igual que la sorprendente vigencia, y el encaje casi perfecto con los estudios científicos más avanzados. Pero que sea un misterio indescifrable hasta la fecha, no es motivo para nada para que el hombre moderno gire la vista ante esta incómoda “realidad”. ¿O es que usamos la lógica y los razonamientos sólo cuando nos interesa para poder justificar la estructura de poder de la que forman parte crucial las Universidad actuales?

Por el contrario, la filosofía oriental siguió otro curso en la Historia. Aceptó de entrada la limitación del lenguaje para describir la “realidad”, y compartió con Heráclito y los sacerdotes egípcios los principios de dualidad, cambio y fluidez de todas las cosas, dando igual importancia a los dos opuestos que conforman los fenómenos visibles.

Es un misterio la filosofía del antiguo egipcio, y seguramente los círculos Herméticos que han sobrevivido hasta la actualidad en occidente, se han visto también muy influenciados por las corrientes de pensamiento por las que ha ido pasando la cultura desde la época clásica. Leer el Kybalión es la prueba de ello. En este libro publicado por los Tres Iniciados a finales del S.XIX, se evidencia el enfoque racionalista de estas doctrinas, y es ya de todos sabidos la metáfora masónica de Dios como el Gran Arquitecto del Universo, aunque yo lo definiría más bien como el Gran Músico del Universo.

En Oriente nunca permeó la visión racionalista y estática de la realidad.

Lo femenino con su quietud
Siempre vence a lo masculino,
Porque sabe permanecer debajo.

Lao Tsé, Tao Te Ching



.  


martes, 23 de abril de 2013

Un libro: El Tao de la Física

Fritjof Capra nos explica en su libro El Tao de la Física las similitudes entre la física nuclear y las tradiciones místicas espirituales de oriente. Está orientado a cualquier profano tanto en Física como en las corrientes de pensamiento oriental que tenga inquietud en aprender más sobre estos campos que misteriosamente se están mostrando interrelacionados...

Descargar
Comprar

Me he permitido subir las consideraciones finales del autor en sus epílogos, que contextualizan el cambio de paradigma humano que propone.

El Tao de la Física, pg.136:

Nuestra ciencia y nuestra tecnología están basadas en la creencia de que la comprensión de la naturaleza implica su dominio por parte del hombre. Aquí utilizo la palabra hombre a propósito, pues estoy hablando de una conexión muy importante entre la visión mecanicista del mundo por parte de la ciencia y el sistema patriarcal de valores: la tendencia masculina a querer controlarlo todo. En la historia de la ciencia y la filosofía occidentales esta conexión fue personificada por Francis Bacon, quien, en el siglo XVII, defendió el nuevo método empírico con términos apasionados y, a veces francamente perversos. La naturaleza ha de ser "perseguida en sus errabundeos", escribió Bacon, "obligada al servicio" y "esclavizada". Se la debe "meter en cintura" y la meta del científico es "torturarla hasta que revele sus secretos". Estas violentas imágenes de la naturaleza como si fuera una mujer a quien hubiera que torturar para que revelase sus secretos con la ayuda de dispositivos mecánicos, nos recuerda a las torturas de mujeres durante los juicios por brujería que se celebraban en aquel siglo XVII, juicios con los que Bacon estaba muy familiarizado, pues fue juez general del rey James I. Se trata de una relación crucial y temible entre la ciencia mecanicista y los valores patriarcales, que tuvo un tremendo impacto en el desarrollo posterior de la ciencia y de la tecnología.
Antes del siglo XVII, los fines de la ciencia eran la sabiduría, la comprensión del orden natural y el logro de vivir en armonía con dicho orden. En el siglo XVII esta actitud, que podríamos llamar ecológica, cambió al signo opuesto. Desde Bacon, el fin de la ciencia ha sido el conocimiento, que suele ser utilizado para dominar y controlar a la naturaleza, y hoy, la ciencia y la tecnología se emplean principalmente para propósitos peligrosos, dañinos y antiecológicos. Este cambio de visión del mundo que ahora está teniendo lugar tendrá que incluir forzosamente un profundo cambio de valores: en realidad, un cambio completo de intención pasando del intento de dominar y controlar la naturaleza a una actitud de cooperación y de no-violencia. Este tipo de actitud profundamente ecológica es la actitud característica de las tradiciones espirituales. Los antiguos sabios chinos lo expresaron de forma muy bella: "Quienes siguen el orden natural, siguen la corriente del Tao".


Críticas al Tao de la Física


Me gustaría continuar comentando las críticas que ha tenido El Tao de la Física a lo largo de todos estos años. Una pregunta que con frecuencia me hacen es: ¿cómo aceptaron mis colegas de la comunidad física la tesis básica del libro? Como se podría esperar, la mayoría de los físicos fueron muy desconfiados al principio y algunos incluso se sintieron amenazados por el libro. Los que se sintieron amenazados, reaccionaban de un modo típico: con ira. Solían hacer comentarios insultantes y bastante -virulentos, bien en revistas o en conversaciones privadas, lo cual reflejaba su propia inseguridad. La razón por la que El Tao la Física podría considerarse como una amenaza para ellos, estriba en una, muy extendida, mala interpretación sobre la naturaleza del misticismo. En la comunidad científica el misticismo ha sido, generalmente, concebido como algo vago, confuso, nebuloso y decididamente poco científico. Ver sus preciadas teorías comparadas con esa actividad vaga, confusa y sospechosa resultó, naturalmente, bastante amenazante para muchos físicos.

Esta apreciación errónea del misticismo es, ciertamente, muy lamentable, pues al hojear los textos clásicos de las tradiciones místicas, descubrimos que la profunda experiencia mística nunca es descrita como algo vago o confuso, sino, al contrario, siempre se asocia a la claridad. Las típicas metáforas que suelen describir dicha experiencia suelen ser: "levantar el velo de la ignorancia", "liberarse de la ilusión", "limpiar el espejo de la mente", "percibir la luz pura", "alcanzar la plena consciencia" -todas ellas implican iluminación, claridad. La experiencia mística trasciende el análisis intelectual, por eso su claridad es de un tipo diferente, sin embargo, no hay nada vago o confuso en estas experiencias. De hecho, la palabra enlightenment(iluminación), utilizada en los países de habla inglesa para describir al siglo XVII europeo, época del nuevo enfoque científico y cartesiano, es uno de los términos más antiguos y más utilizados para describir la experiencia mística. Afortunadamente, esta equivocada asociación del misticismo con cosas vagas y oscuras ya está cambiando. A medida que el pensamiento oriental ha empezado a interesar cada vez a más personas y la meditación ha dejado ya de ser considerada como algo ridículo o dudoso, el misticismo está siendo tomado más en serio, incluso entre la comunidad científica.

Permítanme ahora repasar algunas de las críticas más frecuentes efectuadas a El Tao de la Física, con las que he tropezado muchas veces durante los últimos quince años. Antes que nada, quiero decir que me complace que entre todas las críticas recibidas de compañeros físicos, en ninguna de ellas se haya encontrado defecto alguno en mi exposición de los conceptos de la física moderna. Algunos no están de acuerdo con la importancia que doy a ciertos trabajos actuales, pero, que yo sepa, nadie ha hallado errores en El Tao de La Física. Así que esa parte ha aguantado muy bien durante estos quince años. Hay dos argumentos que se repiten más que ningún otro en las críticas efectuadas a mi tesis. El primero de ellos dice que los hechos científicos de hoy quedarán invalidados por las investigaciones de mañana. ¿Cómo, entonces, -pregunta dicha crítica- puede algo tan pasajero como un modelo o teoría de la física moderna compararse con la experiencia mística, que se supone atemporal y eterna? ¿No significaría ello que la verdad del misticismo permanecerá o se derrumbará según lo hagan las teorías de la física moderna? Este argumento parece muy convincente, pero está basado en un concepto erróneo sobre la naturaleza de la investigación científica. Tiene razón en que en la ciencia no existe la verdad absoluta. Todas las afirmaciones científicas son descripciones limitadas y aproximadas, y estas descripciones aproximadas se van mejorando en trabajos posteriores y en pasos sucesivos. Sin embargo, cuando estas teorías o modelos son mejorados en pasos sucesivos, el conocimiento no cambia de forma arbitraria. Cada nueva teoría estará relacionada con la precedente de una forma bien definida, aunque, en el caso de una revolución científica esto puede no ser evidente durante cierto tiempo. La nueva teoría nunca invalida, la antigua de forma absoluta, sencillamente mejora su enfoque. Por ejemplo, la mecánica cuántica no vino a demostrar que la mecánica newtoniana estuviera equivocada, tan sólo demostró que la física newtoniana tenía ciertas limitaciones. Ahora conviene advertir que, cuando una teoría se extiende a nuevos dominios, cuando la nueva teoría viene a mejorar el enfoque del tema, no se abandonan todos los conceptos de la antigua teoría. Y en mi opinión, precisamente los conceptos de nuestras teorías actuales que se relacionan con las ideas de las tradiciones místicas, son los que no quedarán invalidados, sino que permanecerán. Y esto lo puedo aplicar incluso a la física newtoniana. Uno de los descubrimientos clave de Newton, tal vez su descubrimiento clave y por supuesto uno de los más famosos, fue el hecho de que existe un orden uniforme en el universo. Según cuenta la leyenda, Newton advirtió en un súbito instante de intuición, cuando una manzana cayó del árbol, que la fuerza que atrajo la manzana hacia la tierra es la misma fuerza que atrae a los planetas hacia el sol. Ese fue el punto de partida de la teoría de la gravedad newtoniana, y esa idea -la existencia de un orden uniforme en el universo no quedó invalidada por la mecánica cuántica ni por la teoría de la relatividad. Al contrario, se vio confirmada e incluso potenciada por las nuevas teorías. Del mismo modo, pienso que la unidad y la interrelación del universo y la naturaleza intrínsecamente dinámica de sus fenómenos naturales -los dos grandes temas de la física moderna- no quedaran invalidados por futuras investigaciones. Serán reformulados, y muchos conceptos de hoy, serán sustituidos mañana por un conjunto de conceptos diferentes. Pero, dicha sustitución tendrá lugar de manera ordenada, y los temas básicos que utilizo en mi comparación con las tradiciones místicas se impondrán, creo, en lugar de verse invalidados. Esta creencia mía ya se está confirmando, no sólo a través de los nuevos avances de la física, sino también mediante los significativos avances logrados por la biología.

La segunda crítica, que también he oído repetidas veces, sostiene que los físicos y los místicos hablan de dos mundos diferentes. Los físicos se ocupan de la realidad cuántica, algo sin conexión con los fenómenos cotidianos, mientras que los místicos se ocupan precisamente de fenómenos que tienen lugar a una escala mayúscula, de cosas que no tienen nada que ver con el mundo de los cuantos.

Bueno. Antes que nada hemos de darnos cuenta de que la realidad cuántica no está en absoluto desconectada de los fenómenos a gran escala. Por ejemplo, uno de los fenómenos físicos más importantes del mundo corriente, la solidez de la materia es consecuencia directa de ciertos efectos cuánticos. Por tanto, podemos confirmar este argumento diciendo que los místicos no se ocupan explícitamente de la realidad cuántica, mientras que los físicos sí.

En lo referente al concepto de dos mundos diferentes, mi punto de vista es que sólo hay un mundo –este imponente y misterioso mundo, como lo llama Carlos Castaneda- pero, esta única realidad tiene múltiples aspectos, múltiples dimensiones y niveles. Los físicos y los místicos se ocupan de aspectos distintos de la realidad. Los físicos exploran los niveles de la materia, los místicos los niveles de la mente. Lo que tienen en común sus exploraciones, en ambos casos, sobrepasa la percepción sensorial ordinaria. Y, como Heisenberg nos enseñó, si la percepción no es ordinaria, la realidad tampoco lo es. De este modo, nos encontramos con físicos que experimentan las interioridades de la materia ayudados de sofisticados instrumentos y místicos que experimentan las interioridades de la consciencia con la ayuda de sofisticadas técnicas de meditación. Ambos alcanzan un nivel de percepción no ordinario, y en estos niveles no ordinarios los modelos y principios de organización que observan parecen ser muy similares. La forma en que los modelos submicroscópicos están interrelacionados para los físicos refleja el modo en que los modelos macroscópicos están interrelacionados para los místicos. Y solamente cuando aislamos esos modelos macroscópicos en nuestro modo de percepción ordinaria, los identificamos como objetos ordinarios e independientes.

Otra crítica, que con frecuencia se ha suscitado, se muestra de acuerdo en que los físicos y los místicos se aplican a niveles diferentes de la realidad, pero argumenta que el nivel de los místicos es espiritual, superior, y que incluye al nivel inferior en el que ocurren los fenómenos físicos, mientras que el nivel físico no incluye al espiritual.

Bueno. Para empezar, quisiera hacer la observación de que llamar superior a un nivel e inferior a otro es un residuo del pensamiento del antiguo paradigma -de nuevo la metáfora del edificio en lugar de la red. Sin embargo, estoy de acuerdo en que la física no tiene nada que decir sobre otros niveles, o dimensiones de la realidad -vida, mente, consciencia, espíritu, etc. La física no tiene nada que decir sobre estos niveles, pero la ciencia sí.

Creo que el nuevo paradigma de la ciencia, para el que propongo mis seis criterios, ha encontrado su más apropiada formulación en la nueva teoría de vivir, en los sistemas de autoorganización surgido a partir de la cibernética durante estas últimas décadas. Ilya Prigogine, Gregory Bateson, Humberto Maturana y Francisco Varela son algunos de los principales contribuyentes a esta teoría. Es una teoría que se aplica a organismos vivos individuales, a sistemas sociales y a ecosistemas, y promete llevarnos a una concepción unificada de la vida, de la mente, de la materia y de la evolución. El enfoque de estos sistemas confirma totalmente los paralelismos existentes entre la física y el misticismo y añade otros que van más allá del nivel de la física: el concepto del libre albedrío, los de la vida y la muerte, de la naturaleza de la mente, y otros más. Entre todos estos conceptos existe una profunda armonía, tal corno se expresan en la teoría de los sistemas autoorganizados y sus correspondientes conceptos de las tradiciones místicas.

Evolución actual y posibilidades futuras(pg.138)

Así llegamos a la actual evolución y a las posibilidades futuras en la formulación de un nuevo paradigma científico. Desde que escribí El Tao de la Física, he sufrido un importante cambio de percepción en lo referente al papel de la física en esta evolución. Cuando empecé a estudiar el cambio de paradigma en las diversas ciencias, me di cuenta de que todo estaba basado en la concepción del mundo según la física newtoniana, y me pareció que la nueva física era el modelo ideal para los nuevos conceptos y métodos de otras disciplinas. Posteriormente, me he dado cuenta de que tal visión da a entender que el nivel físico es, de algún modo, más fundamental que otros. Hoy considero a la nueva física, y sobre todo la teoría de la "tira de bota", como un caso especial del enfoque de sistemas, que se ocupa de sistemas "no vivos". Aunque el cambio de paradigma en la física sigue teniendo un especial interés pues fue el primero en la ciencia moderna, la física ha perdido ya su papel como modelo para otras ciencias.

Por consiguiente, considero que la evolución futura de la tesis que presenté en El Tao de la Física no pasa tanto por posteriores exploraciones de los paralelismos existentes entre la física y el misticismo, como en la extensión de estos paralelismos a otras ciencias. En realidad, esto se ha efectuado ya, y desearía mencionar algunos de estos trabajos. En lo que atañe a las similitudes entre el misticismo y la neurociencia, la mejor fuente que yo conozco es Francisco Varela, uno de los iniciadores de la teoría de los sistemas autoorganizados. Varela, junto con Evan Thomson, está escribiendo un libro sobre la contribución que la teoría budista sobre la mente puede suponer para la ciencia cognoscitiva. Mientras tanto, su libro, The Tree of Knowledge, del que es coautor Humberto Maturana constituye la mejor exposición de sus ideas. En psicología, se ha llevado a cabo un notable trabajo en la exploración de las dimensiones espirituales de la psicología transpersonal. Stanislav Grof, Ken Wilber, Frances Vaughan, y muchos otros han publicado libros sobre este tema, muchos de ellos antes que El Tao de la Física, sin olvidara Carl Gustav Jung. En las ciencias sociales, la dimensión espiritual surgió con el ensayo de E. F. Schumacher "Economía Budista", publicado por primera vez a finales de los sesenta y que, desde entonces, ha sido explorado por muchos grupos y organizaciones alternativas, tanto en teoría como de un modo práctico. Estrechamente relacionada con estos movimientos, surgió una nueva forma de política orientada ecológicamente, conocida como política Verde, la cual considero como la manifestación política del cambio cultural hacia el nuevo paradigma. Los aspectos espirituales de este movimiento político, han sido tratados por Charlene Spretnak en su libro, Dimensión Espiritual de la Política Verde.

Finalmente, quisiera decir unas palabras sobre mi modo de ver el misticismo oriental, que también ha cambiado algo durante los últimos quince años. Ante todo, siempre estuvo claro para mí, y ya lo dije en El Tao de la Física, que los paralelismos del tipo que yo señalaba entre la física y el misticismo oriental podrían también aplicarse a las tradiciones místicas occidentales. Mi próximo libro Belonging to the Universe, del que es coautor el hermano David Steindl-Rast, trata algunos de estos paralelismos. Además, ya no creo que en Occidente podamos adoptar las tradiciones espirituales orientales sin modificarlas de manera muy significativa a fin de adaptarlas a nuestra cultura. Mis creencias se ven fortalecidas por las conversaciones que he mantenido con muchos maestros espirituales orientales, quienes no han podido comprender algunos aspectos cruciales del nuevo paradigma que está naciendo ahora en Occidente. Por otro lado, creo también que nuestras propias tradiciones espirituales tendrán que sufrir algunos cambios radicales a fin de estar en armonía con los valores del nuevo paradigma. La espiritualidad que se corresponde a esta nueva visión de la realidad y que estoy aquí perfilando es muy posible que tenga un señalado carácter ecológico, orientada hacia la tierra y marcadamente postpatriarcal. Este tipo de espiritualidad está en la actualidad siendo desarrollada por diferentes grupos y movimientos, tanto dentro como fuera de las religiones.

Un ejemplo sería la espiritualidad centrada en la creación, promovida por Matthew Fox y sus colegas en el Holy Names College de Oakland, California. Estos son tan sólo algunos ejemplos de la evolución del nuevo paradigma. Mi contribución ha sido ofrecer una síntesis de su aparición y sus implicaciones sociales en El Punto Crucial y refinar más esa síntesis en colaboración con algunos notables colegas con quienes fundé una central de pensamiento ecológico, el Elmwood Institute (P.O.Box 5765, Berkeley, CA 94705).
Durante estos años he conocido a muchas personas extraordinarias con quienes estoy en deuda. De estos encuentros nacieron muchas amistades duraderas. Cuando, hace ya más de veinte años decidí escribir El Tao de la Física inicié un camino que entrañaba considerables riesgos profesionales, emocionales y económicos. Inicié este camino solo, al igual que muchos de mis amigos y colegas que hicieron lo mismo en sus respectivos campos. Hoy todos nos sentimos mucho más fuertes. Estamos inmersos en múltiples movimientos alternativos que forman parte de lo que yo llamo la "cultura emergente", multitud de grupos que representan diferentes facetas de la misma nueva visión de la realidad y que gradualmente se van uniendo para formar una poderosa fuerza de transformación social.
                                                                                                                    Fritjof Capra



jueves, 24 de enero de 2013

Lao Tsé VS. Aristóteles. Round 1: Fight!


        vs.                                      

Lao Tsé:
El Tao que puede ser nombrado no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser pronunciado no es el nombre eterno.
Lo Innombrable es el principio del Cielo y la Tierra.
Lo Nombrable es la madre de las Diez Mil Cosas.

Aristóteles:
El hombre racional obra siempre en vista de alguna cosa, y esta mira es un fin, porque el objeto que se propone es un fin. Tampoco se puede indefinidamente referir una esencia a otra esencia. Es preciso pararse. La esencia que precede es siempre más esencia que la que sigue, pero si lo que precede no lo es, con más razón aún no lo es la que sigue. Más aún; un sistema semejante hace imposible todo conocimiento. No se puede saber, y es imposible conocer, antes de llegar a lo que es simple, a lo que es indivisible. Porque ¿cómo pensar en esta infinidad de seres de que se nos habla? Aquí no sucede lo que con la línea, cuyas divisiones no acaban; el pensamiento tiene necesidad de puntos de parada. Y así, si recorréis esta línea que se divide hasta el infinito, no podéis contar todas las divisiones. Añádase a esto, que sólo concebimos la materia como objeto en movimiento. Mas ninguno de estos objetos está señalado con el carácter del infinito. Si estos objetos son realmente infinitos, el carácter propio del infinito no es el infinito. Y aun cuando sólo se dijese que hay un número infinito de especies y de causas, el conocimiento sería todavía imposible. Nosotros creemos saber cuándo conocemos las causas; y no es posible que en un tiempo finito podamos recorrer una serie infinita.

Lao Tsé:
Los que saben no hablan,
Los que hablan no saben.

Aristóteles:
El que conoce los seres en tanto que seres es el que posee los principios más ciertos de las cosas. Ahora bien, éste es el filósofo. Principio cierto por excelencia es aquel respecto del cual todo error es imposible. En efecto, el principio cierto por excelencia debe ser el más conocido de los principios, porque siempre se incurre en error respecto de las cosas que no se conocen, y un principio, cuya posesión es necesaria para comprender las cosas, no es una suposición. Por último, el principio que hay necesidad de conocer para conocer lo que quiera que sea es preciso poseerlo también necesariamente, para abordar toda clase de estudios. Pero ¿cuál es este principio? Es el siguiente: es imposible que el mismo atributo pertenezca y no pertenezca al mismo sujeto, en un tiempo mismo y bajo la misma relación, etc.
Este principio, decimos, es el más cierto de los principios. Basta que se satisfagan las condiciones requeridas, para que un principio sea el principio cierto por excelencia. No es posible, en efecto, que pueda concebir nadie que una cosa exista y no exista al mismo tiempo.

Lao Tsé:
ser y no-ser se engendran uno al otro,
Tener y no tener se originan juntos,
Difícil y fácil se producen mutuamente,
Largo y corto se contrastan uno al otro,
Alto y bajo se apoyan uno al otro,
Palabra y sentido se armonizan uno al otro,
Adelante y atrás se siguen uno al otro.
Esta es la ley de la naturaleza.

Aristóteles:
la imposibilidad de una posesión completa de la verdad en su conjunto y en sus partes, prueba todo lo difícil que es la indagación de que se trata. Esta dificultad es doble. Sin embargo, quizá la causa de ser así no está en las cosas, sino en nosotros mismos. En efecto, lo mismo que a los ojos de los murciélagos ofusca la luz del día, lo mismo a la inteligencia de nuestra alma ofuscan las cosas que tienen en sí mismas la más brillante evidencia.

Lao Tsé:
Dividido el todo, las partes necesitan nombre;
Al aparecer los nombres,
Hay que saber cuando es el tiempo de parar.
Al saber parar se evita el peligro.