Reconozco que cuando era pequeño me sentí atraído por el
pensamiento de este hombre, aunque no hubiese leído nada de él. Sus teorías
eran ya vox populi en el mundo entero, gracias en parte a muchas
películas de cine.
Pero cada vez que indago en su pensamiento y sus teorías, me
doy cuenta de que hay muchas, demasiadas, zonas oscuras en su persona y
obra.
Freud era un machista, un obseso sexual, fue víctima del
positivismo, la corriente de pensamiento de su época, y no creó nada.
Simplemente adaptó al error positivista unas teorías que llevaban
milenios en el campo del arte, y que habían resurgido en la literatura
romántica del S.XIX, para no mencionar ahora la filosofía oriental o el
misticismo.
Y para guinda, actuó con desprecio hacía el genio Salvador
Dalí, que admiraba sus trabajos sobre el subconsciente, y luchó reiteradas
veces para poderlo conocer en persona. Al final tuvieron una entrevista en Londres. Freud no sólo no quería ver para nada a Dalí, sino que al terminar su
corta entrevista, hizo el siguiente comentario:
-Nunca vi un ejemplo más completo de español. ¡Qué
fanático!
Además, racista, despreciando una tierra llena de artistas,
en un claro insulto a los catalanes, a los españoles, y a todos los artistas
del mundo entero.
Érase una vez un hombre a un Superego pegado, la fama del
cual se debía exclusivamente a una concepción mecanicista-reduccionista que
regía en las universidades. Una concepción que se está resquebrajando ahora
desde múltiples disciplinas en dónde los principios cartesianos están mostrándose ser limitados.
No voy a hablar más del Superego que la Historia se
encargará algún día de poner en su lugar.
Web en donde explican el encuentro entre Salvador Dalí y el Superego:
Por suerte, alguien desde la psicología-medicina-psiquiatría
trata también temas filosóficos, aunque como se podrá ver en el siguiente link,
es incapaz de desembarazarse todavía de la concepción positivista de la
realidad.
Demos la bienvenida a las mentes que se hacen preguntas desde dentro del sistema, aunque el artículo contiene los siguientes errores:
-Deja claro que el objetivo para él de la filosofía es la
epistemología, negando la validez de la necesaria teorización metafísica previa
a cualquier estudio, cuando la epistemología no es otra cosa que una
abstración metafísica encubierta.
-Es altamente influenciado por la visión
racionalista-mecanicista-cientifista-objetivista que arranca desde Sócrates,
Platón, Aristóteles, Descartes, Newton, olvidando mencionar que la mecánica
Newtoniana fue superada por la relativista, y aceptando la separación
mente/cuerpo, eligiendo la “pureza” de la mente-alma sobre el cuerpo a la
manera socrática, que trajo posteriormente la consecuente aberración
conocida como cristianismo.
-Se evidencia el culto de los psicoanalistas a la persona de
Freud como si fuese un mesías.
Aunque hay puntos esclarecedores, como por ejemplo,
-La comparación del psicoanalista con el sacerdote que tiene
que purificarse de la subjetividad de su cuerpo para poder analizar de forma
objetiva los problemas del paciente(el mismo autor muestra serias dudas a que
esto sea posible...).
-Se agradece la alusión a los filósofos-poetas como
Nietzsche o Kafka, aunque yo dudaría en el hecho de meter a estos dos en el
mismo saco...
-Critica la tendencia de los psiquiatras a resolver los
problemas con fármacos, apuntando sutilmente a los intereses más o menos
ocultos de la Industria.
Un artículo como éste es un primer paso en volver a unir la
filosofía con la ciencia, y se agradecen los planteamientos y explicaciones,
así como el despertar del debate crucial del S.XXI dentro de los
círculos académicos.
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