Bueno, me he cansado de estar en la
ambigüedad entre el liberalismo y el comunismo. En nuestra sociedad
la gente necesita de etiquetas, adoptar ideologías prefabricadas por
gente hace muchos años, y declararse de izquierdas, de derechas,
liberal, o socialista. En este post voy a unir de una vez por
todas el liberalismo puro con la lucha de clases marxista,
porque aunque nadie sea capaz de pensar más allá de los simples
clichés y etiquetas, las dos ideologías políticas tienen cosas en
común, y las dos están en contra del sistema corrupto actual. La
unión hace la fuerza, y no se va a poder cambiar el sistema hasta
que estas dos corrientes encuentren la manera de juntar esfuerzos
para derrocar al sistema bancario-estatal-corporativo que nos
gobierna, nos roba, y nos priva de libertad.
Lo primero que hay que hacer es definir
los términos, porque a menudo los malentedidos radican en el
lenguaje. Primero voy a definir los conceptos que se usan en el mundo
de la política:
Neoliberalismo: Política
reaccionaria iniciada en los años ochenta por Ronald Reagan y
Margaret Thatcher. Se basa en la defensa del libre mercado pero con
un fuerte gasto militar y el privilegio de la banca en la creación
del dinero, que se encuentra más allá del libre mercado, incluso
del estado. Acostumbran a defender la moral cristiana.
Socialdemocracia: Defensa tanto
del libre mercado como del privilegio de la banca, pero defienden que
el estado tiene que proveer de manera gratuita ciertos servicios como
son la educación, la sanidad, transporte... los recursos para el
gasto público necesario en teoría se obtendrían con el aumento de
impuestos a la clase rica, pero en la práctica se obtienen con
créditos a la banca con interés. En teoría defienden la laicidad
del estado, aunque en la práctica esto se convierte en un tipo de
creencia materialista, quizás heredada del materialismo dialéctico
de Marx. Al ser la educación controlada por el poder del estado, no
se enseña a respetar ni la libertad ni el libre albedrío, y no hay
alternativa posible.
Capitalismo: Alternancia entre
Neoliberalismo y Socialdemocracia, cada cuatro u ocho
años en un teatro mediático del nivel intelectual de un niño de
siete llamado Democracia. La banca controla tanto a los medios de
comunicación como a los partidos Neoliberales y Socialdemócratas,
así que no llega al votante la información sobre otras alternativas
reales al sistema.
Las alternativas reales que suponen un
cambio son precisamente el comunismo y el liberalismo extremo.
Comunismo: tiene el
inconveniente que el estado pasa a controlarlo todo. En teoría las
necesidades básicas de la población se pueden cubrir, pero se
suprime la libertad como pequeño hándicap sin importancia, y
siguiendo con la dialéctica marxista, surge una nueva clase
parasitaria del poder que se llama Partido Comunista. Nunca se
ha podido llegar al fin de las clases sociales o de la historia, como
había pronosticado erróneamente Marx...
Libertarianismo: sólo con
presencia en los países con fuerte tradición liberal(Inglaterra y
Estados Unidos), defienden una casi anarquía con un estado en
mínimas funciones(minarquía). La educación y la sanidad la pagan
los individuos, los impuestos son mínimos, nula burocracia, y
defensa a ultranza de la libertad individual. Defienden el libre
mercado incluso en la creación del dinero, lo que inhabilitaría el
monopolio bancario actual junto con sus privilegios. Para que nos
entendamos, esto significa que tú como ciudadano podrías pagar con
yenes aquí en España, con rublos, garbanzos,
participaciones en empresas, fichas de dominó... Eliminar el
Banco Central obligaría a los bancos a jugar con las reglas del
libre mercado en vez de funcionar como parásitos que cobran del
contribuyente. El pequeño inconveniente de la política libertariana
tal y como está planteada hoy en día, es que si llegan al poder,
dejarían de una tacada a más de la mitad de la población sin los
servicios básicos que les permite la subsistencia, lo que no solo no
va a suceder porque las clases bajas no son tan imbéciles como para
votarlos, sino que si por aquella casualidad de la vida llegasen al
poder, inmediatamente se originaría una revuelta social. Defienden
la libertad también en el consumo de drogas, abogando por la
legalización del comercio con cualquier sustancia: cocaína,
heroína, crack, DMT, LSD...
Ahora vamos a realizar una pirueta
intelectual y vamos a unir Comunismo con Libertariansimo.
Lo voy a llamar libermaxismo.
Libermaxismo: La finalidad del
libermaxismo es llegar al fin de la lucha de clases con un programa
diseñado para conseguir al cabo de pocos años la minarquía
que defienden los libertarios, pero con un poco de suavidad y
una reestructuración previa de la riqueza(ojo, no confundir con
capital, ya he comentado que ya no hay exclusividad en la
concepción del medio de intercambio o dinero). Para el libermaxismo,
la primera medida a tomar al llegar al poder sería el cierre de los
Bancos Centrales.
Esto provocaría la quiebra masiva de
bancos, corralitos como el de Argentina de hace unos años, así que
la población tendría que prepararse para funcionar con intercambio
de bienes o servicios hasta que las aguas de los bancos se calmasen
un poco y pudiesen hacer frente a la nueva manera de funcionar más
justa y digna para el ciudadano.
Liberalización de todos los
servicios públicos, pero con una diferencia respecto las
liberalizaciones que acostumbran a realizar los neoliberales. En vez
de dar la empresa pública al compañero de pupitre del presidente,
se daría a los trabajadores mediante participaciones en ella
según el cargo que ocupen, responsabilidad, o antigüedad. La
tierra es de quien la trabaja, como defendían los comunistas
hace siglos. Una parte de los hospitales y las escuelas que en la
actualidad son de propiedad pública se entregaría en forma de
participaciones a los ciudadanos empadronados según proximidad o
área de influencia. Los servicios básicos como la educación o la
sanidad tendrían de esta manera que competir para vender sus
servicios en el libre mercado. Terminaríamos así de una tacada con
la doctrinalización en la enseñanza y con los beneficios de la
industria farmacéutica, pues dejarían de estar pagados a fondo
perdido por el sistema público corrupto actual, y tendrían que
competir con la visión alternativa tanto de la educación como de la
salud humana, que en la actualidad quedan fuera del sistema. La
elección de un método u otro radicaría en el consumidor y en la
conciencia o creencia de cada uno.
Evidentemente que se defiende la
propiedad privada. La negación del concepto de propiedad es una
utopía que ha llevado las bonitas teorías marxistas hasta el
autoritarismo stalinista sin ningún respeto por la diferencia ni el
individuo. La propiedad otorga responsabilidad, algo
que evidentemente se pierde cuando manejas el llamado “dinero
público”, que se ha demostrado que siempre termina en los
bolsillos de los “amiguetes del gobierno de turno”. Las
cooperativas evidentemente que pueden existir en este sistema, cada
una según los estatutos que decidan sus miembros en su ejercicio de
la libertad y la propiedad.
La finalidad del gobierno, una vez
realizada la transición, será velar contra los monopolios y
mantener unas leyes simples y entenedoras en defensa de la
integridad física, la libertad, la libre asociación, y la propiedad
de los ciudadanos.
Se eliminarían los impuestos IVA e
IRPF. El estado reducido en funciones se mantendría con las
herencias(impuesto de sucesiones). Habrá que ganar dinero para
vivir, no para morir...
Cierre del espacio radioeléctrico. A
parte del peligro para la salud que supone la saturación de ondas
electromagnéticas actual, éstas se han usado en el siglo XX para
monopolizar, orientar, y/o guiar la opinión publica a través de la
radio y la televisión con técnicas goebbelianas(nazis). Con la
tecnología informática y la fibra óptica se evitan las radiaciones
electromagnéticas, y permiten la bidireccionalidad de la
información, un hecho que per se democratiza, descentraliza
la cultura favoreciendo el diálogo y la interacción entre los
ciudadanos.
Evidentemente que la ideología
política del libermaxismo es internacionalista y no racista.
Los estados libermaxistas pomoverán la libertad y el respeto hacia
los demás estados aunque todavía sean capitalistas.
En el siguiente vídeo vemos al libertario americano Ron Paul argumentando y exigiendo en el congreso el fin del Banco Central Americano(Reserva Federal).
Y aquí Natalie Cardone nos recuerda una de las víctimas del colonialismo Neoliberal americano.
El libermaxismo es la síntesis hegeliana que necesita la actualidad.
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