Vamos a filosofar de una vez por todas.
Lo que se ha dicho en este blog hasta ahora no es más que un
preludio. Un preludio que nos ha servido para comprender que los
verdaderos filósofos no son los que conocemos hoy en día como
filósofos(todos siguen la doctrina platónica, sean más o
menos conscientes de ello) sinó que son los artistas(los
auténticos, no los
productos de consumo de la sociedad actual).
-La vida es un teatro-
William
Shakespeare
Esta es una de las mejores
frases filosóficas de Todos los tiempos, que ¡oh! ¡La dice
un escritor! Esta frase supera con creces a cualquiera de las
siguientes:
-Sólo se que no se nada-
Sóctrates
-Pienso, luego existo-
Descartes
-Dios ha muerto-
Nietzsche
¿Te crees que tú eres
auténtico? Tú, lo que consideras como tú, tus pensamientos, tus
amigos, tu familia, tu trabajo, tus ilusiones, tus esperanzas, tus
miedos, aquello que entiendes como tú, no es más que una creencia
que te has ido formando para justificar la existencia. Porqué debajo
del ego freudiano hay algo. No vamos a ser tan vanidosos como
los nuevo-platonistas actuales que se llaman a sí mismos psicólogos,
y lo vamos a llamar simplemente algo. Este “algo”, por
definición, está más allà de la lógica dual en que se basa el
lenguaje actual. Extraer teorías y conclusiones pseudocientíficas
basadas en este lenguaje es algo así como intentar aprisionar el mar
dentro de una jaula. Su agua entrará y saldrá de ella riéndose de
la vanidad de la persona que ha puesto aquellos hierros allí. No
solo eso, sino que los va a corroer con el tiempo, diluyendolos con
la sal marina que navegará allende los oceanos.
Analizar los problemas de la
existencia en una butaca mediante el lenguaje es no comprender el
significado propio de la existencia. Que gente con dinero quiera
pagar a una persona para hablar un rato me parece estupendo. Yo
defiendo la libertad individual. Pero el psicólogo de los pobres
todos sabemos que está en el bar. Aquel borracho con el que nunca te
has atrevido a hablar seguro que contiene más sabiduria que cien
psicólogos juntos, y además no te pide dinero a cambio. Lo único
que quiere es un poco de conversación amigable.
Los curas tomaban vino, y
los psicólogos toman cerveza.
Vamos a llamar las cosas por
su nombre de una vez por todas. Jung, que le da mil patadas a Freud
aunque también sea platónico, es comúnmente conocido que era
gnóstico cristiano. Era místico, y maestro de una
sociedad secreta cristiana que el Vaticano combatió desde el S.IV
por defender la iluminación personal sin el intermediario de
su estructura de poder. Muchos gnósticos quemaron en
las hogueras de la inquisición.
Ahora una pregunta para
médicos, científicos y psicólogos:
-¿Qué sentido tiene seguir
investigando estas áreas de conocimiento en dónde entramos en el
terreno pantanoso de las creencias personales? Es ciencia? Es
parapsicología?-
Es de una evidencia
incuestionable que cualquier persona que quiera entrar en el mundo
místico desde la óptica científica, no podrá, por más que
quiera, dejar de observar las cosas desde sus creencias o arquetipos,
para usar terminologia jungiana, en los que ha sido educado.
¿Entonces, que queda ya de
la famosa objetividad científica? ¿Qué científico es tan
fiel a su trabajo como para llegar a cuestionarse sus más profundas
creencias?
Sólo hay que relacionarse
un poco con el mundo científico para darse cuenta de que hay muy
pocos de éstos. El cuerpo, aquel gran olvidado y
despreciado desde Platón, pasando por judios, cristianos y
racionalistas, para poner un orden a los nombres que ha recibido este
arquetipo(la infravaloración del cuerpo como algo malo o
corrupto que hay que combatir para salvarse u obtener el conocimiento
supremo) que subyace a todas estas doctrinas, juega malas pasadas a
las mentes más virtuosas, y reclama, lo admitan conscientemente o
no, su poder en esta vida. Pues es innegable que los
científicos actuales también son personas, y por lo tanto, también
tienen el instinto de supervivencia y procreación que les es común
a todo el reino animal y vegetal.
Si estudias una carrera
científica y consigues un puesto en una universidad, ya te digo yo
que vas a ganar dinero de sobras para tí y para tu prole. Que
tus teorías valgan algo le va a importar una puñetera
mierda a tu inconsciente más visceral, pues la
continuidad de la especie de esta forma estará ya más que bien
asegurada en tu caso individual, aunque puede haber al lado gente más
sincera consigo misma y más comprometida con su trabajo que sufra
por ello. Esto es lo que pasa en el 80% de los casos en las
universidades de hoy en día. Hay mucho dinero de por
medio.
Pero es que... la totalidad
de la educación, desde que somos niños, es platónica.
El cuerpo puede ser una herramienta extraordinaria para
comprender la mente, porque hay una relación
que los une. Pero aprender del cuerpo significa atreverse a
experimentar, superar el miedo a sufrir, jugar, solo, o
en compañía. Y no de la forma totalmente alienante a la que te
empuja la sociedad actual(borrachera de fin de semana y joder con el
primero que se te arrime únicamente para satisfacer el instinto más
básico), sino siendo consciente de lo que se hace, aprendiendo de
tus sensaciones y impulsos animales, que a veces te
proporcionarán placer, y a veces dolor, es
ley de vida. Se puede
aprender del sufrimiento, aunque sólo después de haberlo
experimentado, por mal que nos pese este hecho.
Errar es
de humanos...
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