Voy a explicar el concepto tan malinterpretado por la historia de Nietzsche, La voluntad de poder.
Un profano en filosofía entiende por voluntad de poder las ganas que tiene una persona de conseguir poder, influencia en el entorno, cargos políticos importantes, un lugar con poder de ejecución, poder dictar sus designios a los demás, mandar, imponer...
Si a esto le añadimos las ideas del superhombre, todavía se puede malinterpretar más toda su filosofía, hasta el punto de decir las memeces de que influenció al Nazismo o tonterías varias que uno tiene que oír todavía cuando sale Nietzsche en una conversa, o se trata en alguna película.
Hay que decir que Nietzsche aquí no inventa nada. Su filosofía se ve altamente influenciada por la de Schopenhauer. Nietzsche simplemente la mejora. Da un paso más allá. Vamos a explicar brevemente la filosofía de Schopenhauer en la que se basa. Me voy a centrar en lo humano, pues es donde más incomprensión hay acerca de la moral y la esencia.
Las ideas de Kant de lo Nouménico y Fenouménico, se transforman en Schopenhauer, y en el interior humano, por la Voluntad y la Representación.
Voluntad: fuerza desconocida, instinto, inconsciente.
Representación: Idea mental que nos hacemos sobre nuestra percepción, sobre el concepto de nosotros mismos, conciencia, deducciones lógicas...
Para Schopenhauer la Voluntad es quien tiene más poder, quien manda en el mundo, y la conciencia no la puede domeñar. Vamos a ver ahora lo que decía Freud. Según Freud la personalidad se divide en no 2, sino 3 conceptos. Id, Ego y Superego.
Id: instinto, inconsciente
Ego: Nuestra concepción de nosotros mismos, conciencia, aprendizaje. Mediador entre el Id y el Superego.
Superego: Influencias morales de nuestro entorno social. Se pueden colar hasta el inconsciente.
Es evidente que Freud fue influenciado por Schopenhauer, lo reconociese o no. Aunque no hubiera leído directamente sus obras, se vio influenciado por las corrientes de pensamiento que inauguró Schopenhauer, por los poetas, y la cultura en general. Estudios más detallados que se encuentran en la red desengranan en detalle los planteamientos de estos pensadores, y revelan las claras semejanzas en los puntos cruciales. Una simple búsqueda en google “ Schopenhauer y Freud” muestra estos artículos. No voy a profundizar aquí, porque me desviaría del tema al que quiero tratar.
Bien. Lo que vemos claro es que el inconsciente creador con afán de auto perpetuarse, y la afloración de nuestras percepciones en forma de conciencia es deconstruido en Freud en tres partes, añadiendo la Moral, que según Freud actúa en un plano consciente, y al mismo tiempo en el inconsciente.
Desde mi punto de vista, Freud es una burda copia de Schopenhauer, que conscientemente o inconscientemente, tuvo que introducir el concepto de moral, ética, para explicar una realidad que en el fondo ya sabía que las superan. ¿Se adaptó él en el Superego para que sus teorías fueran aceptadas, pudieran ser aceptadas para un público, un mundo, que creía en la distinción entre Bien y Mal? ¿En una moral universal que hay que seguir? Lo cierto es que a la vista está que sus teorías han tenido mas reconocimiento que las originales de Schopenhauer y las de Nietzsche. ¿Era éste el precio que había que pagar por la fama y el reconocimiento?
Si es el instinto y el deseo de vivir quien manda en nuestro cuerpo, ¿cómo se pueden formular unas teorías donde hay que adaptarse a unas convenciones morales externas al individuo? Cómo vas a sanar a un paciente que ha generado unos trastornos por culpa de la represión de los instintos diciéndole que es normal, que el Superego te lo ha generado por adaptarte a unos principios morales y sociales? Aquí las teorías de Freud entran en contradicción, cuando no se atreve a dar el paso, a cruzar el abismo, a realizar Otro giro copernicano, al querer meter una incógnita dentro de la ecuación que simplemente, sobra. No se dio cuenta que la Moral, no es otra cosa que convenciones sociales, herramientas del poder, que han ido cambiando a lo largo de la historia y seguirá cambiando. Si nuestro inconsciente acata las convenciones sociales o normas morales, no es sino que para poder ser aceptados socialmente, pues somos seres sociales, e instintivamente necesitamos el entorno social.
En ésta ecuación sólo entran el Inconsciente y el Consciente, que no se pueden separar con nitidez, pues están en continuo intercambio de información, se van complementando el uno con el otro, y cada uno, al mismo tiempo, puede dividirse en infinitésimas partes o subgrupos, que se relacionan entre ellos, y también directamente con el otro grupo complementario.
Volvamos a Nietzsche.
Nietzsche hace gala de su formación como filólogo, que le proporciona herramientas valiosísimas para expresar(y no expresar) los conceptos que nos atañen. Él sí que reconoció abiertamente la influencia de Schopenhauer en su filosofía, de hecho, siempre lo consideró un maestro, no cómo otros. Nietzsche hace de entrada una apreciación. El logos, el conocimiento de lo suprasensible está limitado por el lenguaje. La realidad es mucho mas compleja que las estructuras gramaticales que usamos para comunicarnos. Así pues, ¿cómo podemos llegar al conocimiento, a transmitirlo y comunicarlo? Aquí entra el rol del poeta, del artista, afirmación que comparte con Schopenhauer. El poeta se acerca más para transmitir la realidad que el científico o filósofo(en el sentido lógico). Su obra así lo demuestra, que hay que sentirla, interpretarla. Las estructuras gramaticales sujeto, verbo y predicado no sirven para transmitir conocimiento, mas que para transmitir cómo interpretamos nosotros mismos una realidad que escapa a nuestro entendimiento. El uso de metáforas y recursos literarios plagan su obra.
-Cuídate de los poetas, más, cuídate de mí, pues yo soy un poeta.-Dice Zaratustra en Así habló Zaratustra.
Pues el poeta indaga en el concepto de la Voluntad Schopenhaueriana (instinto, impulso vital), y llega a la conclusión que el término Voluntad es demasiado simple, queda cojo para expresar un conjunto de fuerzas invisibles que se intuyen, las que rigen la vida y el comportamiento humano. Así pues, Nietzsche pasa a llamarlo Voluntad de Poder. Tanto Freud como Schopenhauer definen a éste inconsciente como Voluntad de vivir. Nietzsche rechaza este calificativo, pues, un humano que tiene voluntad es que está vivo. Simplemente estaría quieto sin hacer nada, si su única motivación fuera la de seguir vivo. A esta voluntad hay que añadirle otras motivaciones, que son: ganas de mejorar tu estado actual, querer disfrutar, pasarlo bien, amar y ser amado, compartir, sentirte realizado, querer mejorar, aprender, sentirte apreciado por los demás, Voluntad de Poder.
Cierto que la lucha deviene necesaria, cuando nuestra voluntad entra en conflicto con la voluntad de otros, y aquí se puede dar un conflicto en dónde nuestra voluntad estará en lucha con la del otro, aunque la lucha no tiene por qué ser violenta. Una buena rivalidad simplemente puede ayudar a esforzarnos, a intentar mejorar, trabajar la comunicación y entendimiento.
La idea de una moral impuesta y unas normas que hay que acatar como algo universal derivan de la mal nacida frase de Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre”. Esta simple y maniquea afirmación forma la base para las represiones sobre nosotros mismos, y justifica la imposición de unas leyes que hay que acatar, y más desde un punto de vista político social, justifica la existencia de Estados para que gestionen racionalmente los recursos que los individuos somos incapaces de gestionar de forma libre y autogestionada.
Conócete a ti mismo... conócete a ti mismo. ¿Crees que es mala tu voluntad? ¿Eres malo y por eso tienes que reprimirte? ¿Qué es bueno y qué es malo? ¿Hay una frontera que lo delimite nítidamente? No. Bueno o malo es una representación de la realidad que hacemos en nuestra conciencia, oponiendo dos conceptos, simplificando hasta lo absurdo una realidad que nos rebasa. Lo que puede ser bueno en determinado momento, puede ser malo en determinado otro. Y viceversa. Vamos a poner un ejemplo:
Yo tengo un amigo, y me excita en sobremanera su novia. ¿Es malo eso? Tengo que martirizarme, ir a confesarme por tener pensamientos impuros, reprimirme, ¿o simplemente tengo que hacer caso a mi Id, para no reprimirlo y que no me cree conflictos en mi personalidad a largo plazo? Qué es bueno y qué es malo?
Los valores sociales impuestos nos dicen que hay que respetar al vecino... y todo esto. Pero es que una vez más la realidad es demasiado compleja para encasillarla usando valores “estandarizados”. Aquí, Nosotros y sólo nosotros, podemos hacer un juicio de valor, analizando:
1º: nuestro impulso desenfrenado, intentando comprender, pasarlo a un plano consciente, con la mayor cantidad de matices que sea posible. Intentando ser sinceros, sin hacer juicios de valores precipitados.
2º: La relación que tengo con este amigo, si realmente es muy amigo mío, o simplemente un conocido, si él me ha respetado en el pasado para que yo lo tenga que respetar ahora, si yo echaría en falta la pérdida de su amistad.
3º: ¿Qué me aporta ella? ¿Cómo es ella? ¿Me da señales de que quiere estar conmigo en vez de con mi amigo? Quizás llegue a la conclusión de que hace tiempo que no salgo por allí y debería de conocer mas chicas, pues estoy proyectando mi deseo sexual y necesidad de afecto hacia esa persona, por el simple hecho de que está allí cerca mío, y mi mente consciente se ha pensado que era la chica de mi vida, simplemente por la necesidad inconsciente de apoyar un deseo innato e instintivo, que cómo ya hemos dicho antes, los 3 pensadores estarán de acuerdo en que es el que manda.
O quizás llegue a otra conclusión, que es que ya he conocido a muchas chicas, y ésta me gusta en especial, porque creo que conectamos, nos entendemos, y ella no para de darme señales también en este sentido. Entonces la tragedia estará servida, o no, porque puede ser que a mi amigo tampoco le llene del todo esa persona.
Aquí no hay normas. TÚ analizas, TÚ decides.
Este pequeño ejemplo es un botón de nuestra realidad personal y social. Los críticos de Nietzsche basan sus ataques en cuestiones morales. Pues si no existe el Bien y el Mal como se entendían hasta ahora, qué nos impide de matar, destruirnos entre nosotros... Si estas personas hubiesen hecho el ejercicio de introspección necesario, se darían cuenta de que desear el mal a los que nos rodean es de una estupidez sobrehumana, donde al final, los perjudicados seríamos nosotros mismos.
El ejemplo simple que he dejado antes sirve también para ilustrar las débiles líneas que separan el inconsciente del consciente, donde(está estudiado) desde el consciente se puede influir sobre el inconsciente mediante técnicas de programación neurolinguística, desde uno mismo de forma consciente, o desde estímulos externos de otras personas, mensajes subliminales que llegan de lleno al subconsciente sin que nos demos cuenta, hoy en día mayormente a través de los medios de comunicación, publicidad...
Y también de una manera consciente, podemos llegar a entender partes, aspectos de nuestro subconsciente, con técnicas freudianas de psicoanálisis, o sin ellas. Aprendiendo a escucharnos a nosotros mismos. Para ser mejores personas, no descargar la rabia acumulada por determinada situación contra alguien que no tenga la culpa, no usar farsas de control para extraer energía a las personas que tenemos cerca tapando nuestras frustraciones, etc.
Visto la malainterpretación que ha hecho la historia al concepto de la Voluntad de Poder, yo voy a llamarlo de otra forma, que considero muy adecuada. Cumple con los requisitos Nietzscheanos de la pluralidad del concepto, se ve sustentado por el conocimiento científico y al mismo tiempo enlaza con las antiguas tradiciones místicas.
Energía.
¿Qué es la energía? La energía puede tener muchas representaciones, manifestaciones. Desde un punto de vista físico, la energía puede ser térmica, eléctrica, magnética, gravitacional, puede representar el movimiento de una masa, existe la energía potencial(que es el poder o capacidad de realizar un futuro trabajo), la energía electromagnética con todo su espectro de distintas frecuencias de vibración(luz visible, rayos X, ondas de radio...). Y un punto importante. La relatividad de Einstein reveló que la materia en sí, también es Energía, según la ecuación E=mc2.
La Energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma. El párrafo de arriba son ejemplos de manifestaciones medibles por la tecnología actual de ENERGÍA. ¿Qué nos impide a pensar que no haya más? De hecho la Ciencia continúa encontrando tipos nuevos de energía continuamente. En un documental del otro día hablaban sobre la Energía oscura que se ve que hay en el espacio.
La voluntad de poder o Energía, dentro del cuerpo humano se puede manifestar con un sentimiento de pertenencia a una tierra, un impulso por conseguir las necesidades básicas de alimentación, vivienda.
Con un fuerte deseo sexual.
Con autoestima, ganas de hacer cosas, vitalidad, entendimiento con otras personas.
Con un profundo sentimiento de amor hacia otra persona, un sitio, entorno, animales.
Con la capacidad de comunicarse, expresar, escuchar, crear música, cantar.
Con entender conceptos mentales abstractos, desarrollar teorías científicas, entender el mundo que te rodea y tu interior. Crear arte.
Sintiendo plenitud, conexión entre tus distintas facetas y el entorno. Sentirse realizado como persona.
Aunque hablo de memoria, creo que Freud sí que reconoció la influencia de Schopenhauer. No lo hizo con Nietzsche, con el que dijo que tenía muchas coincidencias pero que sus ideas las conoció con posterioridad.
ResponderEliminarMe parece buena la equivalencia de voluntad de poder y energía. Aunque para ser más filosófico yo diría que la voluntad de poder el la manifestación de la energía.
Hola Francisco, gracias por comentar y bienvenido al blog. Quizás tengas razón, no me he leído la totalidad de la obra de Freud. En lo que quería hacer hincapié es que la gran mayoría de la sociedad se piensa que fue Freud quién descubrió lo del inconsciente y los instintos, nada más lejos de la realidad...
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