Presentación

Este blog está realizado con el objetivo de divulgar conocimientos sobre filosofía, ciencia, sociedad, política y espiritualidad en un intento de unir estas disciplinas que en la actualidad se estudian por separado. Continuar leyendo la presentación

lunes, 27 de mayo de 2013

El nacimiento de una nueva religión V: La Estadística

Es curioso de ver la veneración que las ciencias actuales hacen a la estadística. Evidentemente, la estadística, aunque se pueda estudiar con formulas matemáticas, no tiene nada que ver con las ciencias exactas. De hecho, se usa para dar una aproximación racionalizante a una multitud de datos incomprensibles para la mente racional. Y no olvidemos tampoco que los propios datos a los que les aplicamos las herramientas estadísticas son datos condicionados por nuestra concepción previa de los fenómenos, es decir, aquellos datos que nosotros consideramos importantes a priori en la observación del fenómeno que queremos estudiar, seamos conscientes o no de este hecho, ya que nuestra “concepción” de la realidad también opera a nivel inconsciente. Los fenómenos, por definición, tendrán mil caras, algunas medibles fácilmente por la tecnología actual, otras difíciles de medir o que se podrán medir parcialmente, y otras que quizás ni sabíamos que existían en el momento de empezar a estudiar el fenómeno. Cualquier estudio serio tiene que empezar por saber en qué partes fundamentales condicionantes se divide el fenómeno, o tipos, en palabras de Menger. Esto ya de entrada es un estudio teórico o especulativo, no experimental. El primer paso para entender lo que se quiera entender es un análisis conceptual abstracto, y hay que tener claro este punto, pues lo estaremos realizando sí o sí, seamos conscientes o no de ello. Por tanto, es mejor aceptarlo y analizar primero sobre qué concepción de la realidad estamos partiendo, pues de esta manera podremos identificar mejor los fallos en la teoría en caso de que estos se produzcan una vez aquella se haya desarrollado. 

Como se sabe ya de forma tajante, requeteprobada y aceptada en la física cuántica, el observador influye en los resultados de los experimentos, no existiendo el fenómeno real objetivo, sino que el observador condiciona al mismo tiempo los resultados según la manera en que el estudioso se acerca al fenómeno. La estadística nos ofrece la tentadora apariencia de una comprensión del fenómeno mediante palabras llamativas que impresionan a los afanosos del conocimiento objetivo. Porcentajes, probabilidades, distribuciones, y medianas engañan a la mente e impiden hacerse preguntas que traspasen las concepciones previas del fenómeno, omitiendo posibles variables o tipos que no se habían tenido en cuenta en la primera observación, o de las Dimensiones Superiores que puedan influenciarlo.

La estadística es una aproximación, como he dicho, que puede no tener nada que ver con las leyes que mueven los fenómenos que se observan. La biología, la economía, y la sociología la usan como una herramienta fundamental en sus cálculos y predicciones... y en la Crisis Económica Mundial actual nos encontramos...  ¿Cuántos miles de licenciados en Economía salen cada año recién fresquitos de nuestras preciadas universidades, para que luego resulte que sus magníficas formulas estadísticas no nos puedan ayudar en nada a mejorar la economía de nuestra sociedad?

Esto es una declaración de principios. Para analizar con detalle la nueva creencia en la estadística tendría que estudiar más en detalle casos prácticos aplicados en economía, biología, psicología y sociología. Pero yo ya tengo clarísimo que la estadística es una herramienta no válida como sustituto absoluto al análisis teórico de los fenómenos universales. 

Y como decía Menger en el año 1883...

La investigación de tipos y de las típicas relaciones del fenómeno es de una significancia verdaderamente inmesurable para la vida humana, de no menos significación que el conocimiento del fenómeno concreto. Sin el conocimiento de las formas empíricas, no podemos comprender las miríadas del fenómeno que nos envuelve, ni de clasificarlo en nuestras mentes; ésta es la presuposición para un conocimiento más comprensivo del mundo real. Sin el conocimiento de las típicas relaciones nosotros estamos privados no sólo de la comprensión más profunda del mundo real, como mostraremos más adelante, sino también, como se puede ver fácilmente, de todo conocimiento que traspase la inmediata observación, i.e., de cualquier predicción o control sobre las cosas. Toda la predicción humana y, indirectamente, toda la arbitrariedad moldeante de las cosas está condicionada por aquel conocimiento que nosotros previamente hemos llamado general.

Menger, Investigaciones sobre el método en las ciencias sociales. Libro Uno, página 36.


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