Presentación

Este blog está realizado con el objetivo de divulgar conocimientos sobre filosofía, ciencia, sociedad, política y espiritualidad en un intento de unir estas disciplinas que en la actualidad se estudian por separado. Continuar leyendo la presentación

martes, 23 de abril de 2013

Cuando los extremos se tocan

Lo que está sucediendo en la actualidad por parte de la ciencia y la tecnología más moderna es un fenómeno digno de atención. Está sucediendo algo que, como siempre, los poderes fácticos del mundo establecido, se niegan a aceptar, pues supone por sí mismo la caída de todas las estructuras de conocimiento que ha construido el hombre moderno.

Estoy hablando de física nuclear, de la estructura de la materia en sí misma, y de cómo los humanos podemos llegar a comprender dicha estructura.

Desde principios del siglo XX, se vió que la manera mecanicista clásica que defendieron Newton, Descartes, Bacon, entre otros, ya era inservible para estudiar el interior de lo que llamamos “materia”. Los pioneros en física nuclear, descubrieron que la materia en sí, no es más que una ilusión de nuestra mente, un producto del lenguaje heredado de nuestra necesidad de hablar sobre los objetos que podemos ver y tocar en nuestro día a día.

Heisenberg, Bohr, Einstein, entre otros, tuvieron que crear nuevas y revolucionarias formas de explicar la realidad más allá de los objetos visibles. Unas formas de tratar con la realidad, que todavía se encuentran en estado de gestación, aceptadas únicamente por algunos físicos, dentro del edificio de la Ciencia. Pues aquellos descubrimientos, amigos míos, van más allá de las fórmulas matemáticas o de la energía que podamos extraer en un reactor nuclear.

Suponen un cambio de paradigma humano, algo que incluso muchos físicos se niegan a aceptar. Pues es un torpedo en la linea de flotación de superestructuras como por ejemplo, la totalidad del sistema educativo moderno. La manera Newtoniana racionalista de entender la realidad, está tan arraigada dentro del sistema, que incluso las teorías de la relatividad se han tenido en cuenta hasta ahora como una excepción a la norma, y poca gente es capaz de entender que la relatividad es la norma. La norma de la realidad, atómica, y humana.

El descubrimiento básico que impulsará al ser humano a otras formas de relacionarse y de entender la realidad, es que no existe el ladrillo básico del que están hechas todas las cosas, ni el átomo de Demóctrito, ni el Bosón de Higgs que se empeñan en identificar muchos físicos actuales. La partícula de Dios, como acostumbran a llamarla los prepotentes físicos, no existe como tal, sinó como un conjunto de relaciones con “otras” formas de energía y manifestaciones que llegan a crear la variedad de fenómenos con los que interactuamos diariamente.

Algo que nuestro EGO freudiano, de forma racional, no puede ni podrá nunca llegar a comprender en su total complejidad mediante categorizaciones conceptuales, la base de nuestro sistema “educativo”.     

Para dar émfasis a esta “nueva” visión del mundo, Voy a poner una reflexión realizada por parte de un protagonista de “primer nivel”, en la física nuclear del Siglo XX. Oppenheimer fue el director del proyecto que desarrollaría las dos primeras y últimas bombas atómicas que se descargarían sobre población civil, en Hiroshima y Nagasaki.

Las ideas generales sobre el entendimiento humano... ilustradas por los descubrimientos ocurridos en la física atómica, no constituyen cosas del todo desconocidas, de las que jamás se oyera hablar, ni tampoco nuevas. Incluso en nuestra propia cultura tienen su historia y en el pensamiento budista e hindú ocupan un lugar muy importante y central. Lo que hallaremos es un ejemplo, un desarrollo y un refinamiento de la sabiduría antigua.
                                                                                               Julius Robert Oppenheimer

No hay comentarios:

Publicar un comentario