Presentación

Este blog está realizado con el objetivo de divulgar conocimientos sobre filosofía, ciencia, sociedad, política y espiritualidad en un intento de unir estas disciplinas que en la actualidad se estudian por separado. Continuar leyendo la presentación

jueves, 25 de abril de 2013

Os quiero


Muy bien.

Dios, en forma de verdad absoluta de las cosas, de imposición divina indiscutible externa a uno mismo, se puede dar ya por muerto.

Los valores que hemos heredado en nuestra sociedad son valores totalitarios, herencia de sociedades patriarcales que han estado los últimos milenios arraigándose en todos los ámbitos de la cultura: lenguaje, ciencia, economía, política y educación.

¿Y ahora qué? Se preguntarán ustedes...

¿Tenemos que recuperar las viejas tradiciones matriarcales? El culto a la Luna, por ejemplo, la triple diosa(creciente, llena, menguante) precursora por otro lado, del culto cristiano de la santísima trinidad, y que forma una parte muy significativa de la mitología griega y pagana?

La relatividad y la subjetividad de todos los conceptos que deriva de las últimas investigaciones sobre los fundamentos de la “realidad” por parte de la física cuántica, realmente suponen un varapalo para muchas conciencias “rectas”, “virtuosas” y “bien” educadas de nuestra sociedad.

Que nada sea eterno, no quiere decir que todo de igual. La ciencia puede acotar los ámbitos de aplicación de los conocimientos, como ha hecho el ser humano desde que se bajó de los árboles, y transmitirlos en forma de lenguaje, como aprendió a hacer también de alguna manera por aquel entonces... la diferencia ahora estriba en que todo tiene que ser contextualizado, para poder ser transmitido en forma de lenguaje, explicando bien la concepción que se tiene de los conceptos que se usan, pues según el ámbito de aplicación, o la formación que haya recibido una persona, su procedencia, etc, una misma palabra puede llegar a significar cosas muy distintas en la mente de dos interlocutores.

El hecho de que Todo esté interconectado, a parte de imposibilitar la comprensión de individualidades totalmente extraídas del resto, es una entelequia de difícil comprensión. De hecho, ha sido y es constantemente fuente de malinterpretaciones por mentes todavía influenciadas por los viejos valores. Incluso las ramas ancestrales del conocimiento místico, se ha visto a lo largo de los últimos milenios, cómo han ido perdiendo su esencia, llegando a categorizar y venerar conceptos que también son relativos, como por ejemplo, el Amor.

No hay una categorización conceptual que haya hecho más daño en la historia de la humanidad como la veneración absoluta de la palabra Amor. No hay que decir que fue el caballo de batalla del cristianismo, y vemos cómo en la sociedad occidental postcristiana se sigue venerando a esta palabra, que sin reflexionar sobre ella, sin darle nuevos significados, acaba siendo lo que es: una palabra, que puede llegar a no tener nada que ver con la realidad.

No hay que decir que hippismo, pacifismo o neobudismo, veneran esta palabra como si fuera la verdad absoluta, igual que lo hace la Iglesia Católica y Apostólica Romana, por poner un ejemplo.

Que todos los humanos que formamos parte de este planeta estemos conectados en forma de una red es un hecho evidente, de la misma forma que si te dedicas a hacer daño a las personas, lo más probable es que te lo terminen haciendo a ti. Esto que en el budismo se llamaba Karma, es tan evidente que no hace falta discutirlo. Pero de aquí al concepto abstracto de que hay que amar a todo el mundo, la verdad es que hay un trecho importante. Antes que el amor incondicional, hay que realizar que nosotros sí, tú, la persona que estás leyendo esto ahora, eres un nudo de esta red, con un importante grado de autonomía e independencia. Condicionado por el entorno, evidentemente, pero con voluntad propia y capacidad para pensar, sentir, y decidir lo que es más importante en tu realidad diaria. Si dejas estas reflexiones a las demás personas, bajo la excusa del amor, vas a sufrir mucho. Mucho, pero que mucho. Porque por más que quieras a alguien, aquella persona no puede entrar dentro de tu mente, de tus emociones, para comprenderte al 100%. Podrás compartir cosas, pero raras veces podrás fusionarte de manera completa con aquella otra persona.

Puede haber gente, que por ignorancia, puede hacer daño a otras personas. ¿Hay que ser condescendiente, y simplemente perdonar? Evidentemente que no. Hay que hacer ver a las otras personas sus errores, en la medida de lo posible, claro.

Aah... amigos... como ya sabían Schopenhauer y Nietzsche, mucho antes de que Freud intentara categorizar los enrevesados entresijos de la mente inconsciente, muchas veces actuamos sin darnos cuenta. Guiados por nuestro subconsciente. Sin tener en cuenta esto, puedes esconderte debajo de la magnífica palabra Amor, que si no conoces tus miedos y frustraciones, vas a hacer mucho daño, aunque tú puedes no darte ni cuenta, a no ser que alguien te lo explique, o te lo haga ver de alguna manera.

Los avances de la relatividad relacionados con la psicología, para muchos provocan un vacío, el nihilismo: no creer en nada como verdad eterna. Pero que no creamos ya en las palabras como medio de transmitir y comprender la realidad, no quiere decir que creamos en nada... podemos creer en la apreciación de la belleza, en el arte, en el juego, en la diversión, todos estos son conceptos subjetivos, intransferibles, que requieren la experiencia del individuo, y sin ella se convierten en conceptos vacíos.

Nietzsche se defendía de las críticas que recibía de ser nihilista diciendo que los nihilistas eran los cristianos y los que creían en las categorías universales del lenguaje como la razón, el amor, la ciencia, pues ello implicaba automáticamente la negación de la realidad emocional propia e intransferible, la negación de TÚ vida en el momento actual y presente.

Evidentemente, podemos transferir conocimientos mediante el lenguaje. Lo que digo es que hay que vigilar, y saber en todo momento que es lenguaje: hemisferio izquierdo masculino cerebral, y tiene sus limitaciones, como bien saben las mujeres.

Para empezar a cuidar las sutilezas del lenguaje, voy a poner un ejemplo:

One Love, la canción de Bob Marley, hace referencia a la interconexión de todas las cosas, a esta matriz invisible que abarca todo. Yo prefiero llamarle el Todo en vez del Uno. Pues, llamarle uno implica que hay el dos, y el tres... en cambio, si lo llamamos el Todo, implica que más allá del Todo, no hay nada. Sí, amigos míos, más allá del todo no hay nada, ni el odio. El Todo, incorpora tanto al Amor como al Odio, así como la realidad “física” está constituida por fuerzas de atracción y de repulsión, y sin las fuerzas de repulsión, no existiría el mundo tal como lo conocemos, pues Todo se encontraría aplastado, sin la posibilidad del movimiento y de la generación, concentrado en una especie de “masa” totalmente muerta.

Voy a usar la leyenda hindú de la creación, la danza de Shiva para ilustrar la relación necesaria entre las fuerzas constructivas y destructivas para la existencia de éste maravillosos y diverso universo nuestro:

Desde su antebrazo inferior derecho se desenrolla una cobra. La Luna Creciente(nacimiento y crecimiento) y un cráneo(muerte) posan sobre su tocado: también tiene en él una flor de estramonio, planta con la que se prepara un veneno. La mano superior derecha de Shiva, sostiene un tambor, llamado Damaru, que simboliza el sonido que marca el ritmo espacio-temporal y la primera actividad de Shiva llamada Sristi, la creación. La mano superior izquierda sostiene una llama, que es la energía que impulsa al mundo y que acabará por devorarlo, es el fuego(Agni), el elemento de la destrucción, pero también de la renovación. El equilibrio de las dos manos representa el dinámico equilibrio entre la creación y la destrucción del mundo, equilibrio que se ve acentuado por la expresión serena e imparcial del rostro del danzante: ni placer ni dolor, en el centro de las dos manos y donde la polaridad de la creación y la destrucción es disuelta y trascendida. Su diestra inferior está alzada en el mudra llamado Abhaya que significa “no temais” y simboliza conservación y paz para aquellos que siguen los caminos del Dharma. La siniestra inferior apunta a su pie izquierdo alzado y está en la posición del elefante, que abre los caminos a través de la “selva del mundo”, símbolo de la liberación(Anugraha) del encanto de Maya, la gran ilusión que engaña a los profanos, los dormidos, con la apariencia de que el mundo es real.

El arete derecho de Shiva es de hombre, el izquierdo de mujer, porque el dios incluye y está por encima de las parejas de contrarios creadas por el mundo sublunar. Los brazaletes de Shiva, los aros de sus brazos, tobillos y el cordón brahmínico son serpientes vivas. En sus cabellos está escondida una pequeña imagen de la diosa Ganga, porqué Shiva es quien recibe en su cabeza el choque del descendimiento del divino río Ganges desde los cielos, y quien permite que las aguas que dan vida corran suavemente a la Tierra para refrescar física y espiritualmente a los hombres.

El aro ígneo a su alrededor es el Universo manifestado a partir de la Gran Explosión Primigenia, además de representar la naturaleza circular o cíclica del tiempo. La serpiente en su cintura es Kundalini, la energía sexual creadora. La pequeña figura que es aplastada por el pie derecho de Shiva es el demonio Avidya, la Ignorancia misma que debe ser derrotada antes de alcanzar la liberación.



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