Presentación

Este blog está realizado con el objetivo de divulgar conocimientos sobre filosofía, ciencia, sociedad, política y espiritualidad en un intento de unir estas disciplinas que en la actualidad se estudian por separado. Continuar leyendo la presentación

jueves, 18 de octubre de 2012

Un poco de realidad cotidiana



La mejor forma de controlar a las multitudes es que no se den cuenta de que están siendo controladas.
Si estas en el metro y te roba un carterista, si tú te das cuenta, lo miras a los ojos y le dices:
-Tío, te he pillado, devuelveme mi  dinero.
 Si él te responde:
-No, es que es para rescatar a los bancos, que son necesarios para el sistema actual, que sino el mundo desaparece y viene el apocalipsis.
Entonces le pegas cuatro hostias, recuperas tu cartera, y le dices:
-Lo siento, pero es que resulta que es mío, me lo he ganado con mi esfuerzo, y lo necesito para mantener a mi familia. 

Está claro que el sistema actual no funciona, ¿no? ¿Y cuál es la alternativa? ¿Comunismo?
Vamos a hablar un poco de comunismo. 

Marx tiene su importancia histórica, política y filosófica. Se le atribuye popularmente ser el creador del concepto de la dialéctica histórica, de la alienación económica mediante la plusvalua que roba el empresario al trabajador. También es un referente en cuanto a la organización para la lucha de las clases trabajadoras o desfavorecidas ante cualquier sistema de opresión contra los individuos. No se le puede negar protagonismo, cuando la mitad del mundo en el siglo XX estaba gobernado por la doctrina Marxista.

El Concepto de la alienación:
Me gusta este concepto. Significa algo así como que yo devengo otro, que dejo de ser yo mismo para ceder ante alguien o algo alieno a mi realidad.  El hecho de que el empresario “robe” al trabajador, en muchos casos es cierto, pero no hay que olvidar que el precio de las cosas se expresa en función de la demanda de ese bien o servicio. Hay empresas pequeñas, donde el empresario simplemente es un trabajador más que hace trabajos de organización de las fuerzas productivas, búsqueda de clientes, algo de lo que los trabajadores también se benefician. No hay que olvidar, que en los sistemas de economía centralizada, también hay empresas. Bueno, de hecho hay una sola gran empresa: el Estado. Así pues, la alienación, que en muchos casos sí que es económica, sobretodo en empresas grandes donde hay muchos cargos intermedios y directivos que simplemente no hacen nada, existe. Pero no es tan económica como decía Marx, sino que creo que es mas bien sicológica

Evidentemente, la gestión de una empresa tiene un valor que tiene que ser remunerado. Que en algunas empresas sea demasiado remunerado no lo pondré en duda, pero es una tarea difícil no exenta de riesgos(sobre todo si el emprendedor ha puesto su dinero en la empresa).
Ya sea en economías planificadas centralmente o de libre mercado, las decisiones sobre qué hay que producir y cómo no son exentas de riesgo, pues cualquier actividad productiva significa hacer una previsión de futuro sobre la demanda de este bien, pues la manufactura, evidentemente, toma su tiempo.  
 
Marx es uno de los últimos coletazos racionalistas, los cuales rigen todavía en los centros educativos actuales. Se basa en la idea de que el hombre, de manera planificada o estudiada, puede llegar a conocer y prever el curso de la historia y de las necesidades humanas.  Si la carrera de sicología actual sirviese de algo, no habría tantos sicópatas mintiendo como bellacos por la tele como si nada. Si la carrera de economía actual sirviese para algo, no estaríamos en la crisis económica mundial en la que nos encontramos.

La diferencia entre el Marxismo y el libre mercado es que en el proceso de previsión y anticipación de las necesidades humanas para producir aquellos bienes que interpretamos, serán necesarios en el futuro, si una economía centralizada se equivoca, todo el país sufre las consecuencias. Mirar sino el ejemplo de la URSS, o de Cuba. En una economía de libre mercado, si una empresa sufre pérdidas porque no puede colocar sus productos al mercado al precio que ella estimó con que podría recuperar la inversión, asume pérdidas, cierra la barraca, y sus activos se venden, o pasan a producir otro bien que sí salga a cuenta producir. Solo cierra aquella empresa, y son pocos los trabajadores afectados, que rápidamente pueden colocarse en otro sector productivo. Esto en el comunismo es imposible, y cuando colapsa, colapsa todo el estado.
Si, ya sé que estaréis pensando. El capitalismo también está colapsando ahora… entonces, ¿cuál es la diferencia?

Ahh… amigos... dejad de mirar la tele, porque os la están metiendo doblada… aunque con vaselina no duele tanto, claro…

Pues la verdad, la diferencia entre el comunismo o economía centralizada y el sistema actual llamado Capitalismo es muy poca. Más que nada, no tienen los dos absolutamente nada que ver con el libre mercado.  El sistema actual está absolutamente controlado a través de los bancos centrales, bancos subsidiarios, gobiernos, partidos políticos y medios de comunicación o propaganda, que necesitan de su financiación. A través del control de la emisión del dinero. Éste es un sistema en donde gobierna una oligarquía y evidentemente, para sus intereses. No tiene absolutamente NADA que ver con el libre mercado. Éste sistema promueve a las grandes corporaciones, que conviven con el estado, creando una forma de gobierno similar al comunismo, aunque la vía para la consecución de éste difiera radicalmente de la doctrina Marxista. Sé de lo que hablo, pues trabajo en una Gran Corporación monopolista a nivel mundial, beneficiada enormemente por contratos militares con el gobierno de los EEUU desde la Segunda Guerra Mundial, que ahora se está haciendo con el control  de los principales sectores estratégicos a nivel planetario. Evidentemente, con la ayuda de los bancos centrales y de la confianza que la mayoría de nosotros depositamos en el papel que ellos emiten o imponen como medio de intercambio(moneda de curso legal). Las grandes corporaciones en su esencia, funcionan de manera jerárquica, y cuando tienen el monopolio, ya no importa la competencia, ni hacer las cosas bien, ni dar un buen servicio, porque simplemente, no se necesita. Entonces pasan a ser bloques mastodónticos, estructuras de poder alejadas de las necesidades de los consumidores(igual que en el modelo soviético).

Marx, a diferencia de Hobbes, pensaba que el hombre era bueno por naturaleza, y que una vez terminada la lucha de clases, y ejecutada la dictadura del proletariado, todos pasaríamos a colaborar felizmente en pro del bien común(El final de la Historia, como lo llamaba Marx). Es curioso cómo Marx, un materialista hasta la médula, basa toda su teoría en una creencia metafísica de que a) el hombre de por sí es bueno y le interesa el bien común en detrimiento del individual, y b) la dialéctica Hegeliana que él aplica solamente en la lucha de clases, por arte de magia, después de la revolución y de la dictadura del proletariado, dejaría de tener efecto, alcanzando así la humanidad el paraíso terrenal sin luchas ni contradicciones. Esto amigos míos es una creencia, quizás un deseo personal de Marx, pero que no tiene ABSOLUTAMENTE nada que ver con la realidad.

1º: El concepto de lo bueno y lo malo es subjetivo, como he explicado reiteradas veces en el blog. Lo contrario es una creencia o religión.
2º: La dialéctica Hegeliana(tesis, antítesis, síntesis), que quizás él hubiera tenido que pasar más tiempo estudiando antes de interpretarla y aplicarla a la lucha de clases, supone un constante devenir entre los opuestos, que cuando se reconcilian, generan la síntesis, que al mismo tiempo es otra tesis, y vuelta a empezar. La dialéctica se asemeja al símbolo de la espiral que es tan común en culturas antiguas o mistéricas(El propio Hegel aceptó esta comparación). No hay un final. Es un constante ir y devenir, cada vez con un grado mayor de conocimiento y complejidad.
  

Lauburu vasca




Esvástica hindú



Trisquel o espiral celta

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